jueves, 3 de julio de 2014

El primer empleo

Lo he dicho muchas veces y no deja sorprenderme, qué rápido se pasa el tiempo. Apenas esta semana hizo 10 años desde que empecé a trabajar. Bueno, trabajar como gente grande, porque ya había pasado varios veranos ayudándole a mi papá en el taller, pero en este caso fue mi primer empleo con sueldo fijo y seguro social.

En un lejano 2004, yo me preguntaba que iba a hacer toooodo el verano, porque para finales de mayo ya me había desocupado de la escuela, y para el próximo semestre en la universidad solo me quedaban dos materias, y pues algo había que hacer.

Un hermano de mi amigo Antxon, trabajaba en un conocido supermercado del pueblo, y nos pasó el tip de que iban a necesitar gente para el área de cajas, que fuéramos a dejar la solicitud y que lo mas seguro era que nos iban a llamar para un examen de aptitudes. Mi amigo también se animó y fuimos creo un día jueves, nos pasaron a una oficinita donde nos dieron una solicitud para llenar y fue todo lo que hicimos ese día (nosotros muy optimistas ya hasta llevábamos copia del IFE y comprobante de domicilio).

De ahí en adelante el procedimiento nos tocó hacerlo juntos, pues nos citaron a la misma hora el lunes para una entrevista, y después el martes para una prueba escrita de aritmética básica. Al final nos dijeron que sí, que nos quedábamos, peeeeeeero, resulta que no nos querían para cajas sino para trabajar en el departamento de papelería, que en verano tenía la temporada escolar y contrataban empleados eventuales. A nosotros nos daba igual, lo que queríamos era no estar sin hacer nada en verano, y pues por lo menos trabajando ahí nos garantizábamos que íbamos a trabajar en el aire acondicionado jejeje

Fue así como un 1 de julio de 2004 pasé a ser miembro de la familia Walmart. 



No me la pasé nada mal, el ambiente de la tienda no podía ser mejor, la gente era muy amigable y no tardé en sentirme a mis anchas. Hice amistades muy rápido, mi jefe era a todo dar, muy tratable y muy bromista, tal vez algo alburero pero eso no representaba un problema. Ahí mismo trabajaba otra señora joven, la Chabela, medio llevada pero muy divertida y que hasta la fecha sigue siendo mi amiga, por lo menos en Facebook ya que ahora vive en Estados Unidos.

Me pasé un verano de lo mas entretenido, mi jefe y sus ocurrencias, la Chabela y sus chocoaventuras, el Santiago y sus historias, y pues lo mejor, la novedad de traer dinero en el bolsillo! Antes tenía que mendigarle a mi papá para que me diera unos centavos cuando no estaba yendo a la escuela, porque aunque le ayudara en el taller, se le hacía fácil no pagarme (estoy mas que consciente que ayudarle era lo menos que podía hacer dado que me mantenía, pero unos 100 pesitos de cuando en cuando hacen que la gente trabaje feliz y con mas ganas no?). Lo único que llegué a detestar eran los miércoles, resulta que la tienda estaba junto a un cine, y por alguna razón, los miércoles de 2x1 a la gente le gustaba llegar después de la película y hacían un batidero que nosotros teníamos que arreglar, desde entonces tengo cuidado en no dejar desorden en los supermercados, ya sé lo frustrante que se siente tener todo acomodadito y que llegue un HDP y te deje un tiradero que parece que pasaron los Apaches por ahí!

Como dije al principio, el tiempo se pasa muy rápido, y el contrato se me terminó el 15 de septiembre, yo ya había entrado nuevamente a la escuela pero solo iba de 3 a 5. Mi jefe de entonces consiguió que me dieran un contrato de planta en el área de cajas donde iba de 7 a 12 de la noche entre semana y de 3 a 11 los sábados y domingos. La paga era menor porque era medio tiempo, pero eso me permitió seguir trabajando y financiándome.

Mi amigo Antxon no estuvo interesado en seguir trabajando así que ni buscó la posibilidad de que le extendieran el contrato. Y pos ni modo, me quedé solo.

El área de cajas resultó muy diferente al ambiente que había en el resto de la tienda, no sé que le pasaría a esa gente, pero me sorprendió la cantidad de chismes y argüendes que se manejaban, amén de que se me hacía inconcebible lo envidiosas que podían llegar a ser algunas personas. Con todo, sobreviví y hasta hice unos cuantos amigos.

Duré como año y medio trabajando allí, terminé las materias que me faltaban, hice las prácticas de la carrera, me gradué y hasta alcancé a titularme, terminé renunciando un par de semanas antes de venirme a vivir para acá.

Ya sacando el balance de las cosas, no me arrepiento. Hubo días muy frustrantes (como cuando me faltaba dinero al final del día) pero hubo otros muy divertidos. Me quedó muy claro que para vivir cómodamente, no hay de otra que trabajar, trabajar y trabajar! De tener una máquina del tiempo.... nah, tampoco cambiaría nada, me gustan las cosas tal y como resultaron :-P

Eso sí, de volver a trabajar en un supermercado ni hablar, dicen que 'nunca digas nunca', pero definitivamente no está entre el Top 10 de cosas que me gustaría volver a hacer en esta vida ;-)