sábado, 25 de agosto de 2012

Entre accidentes 2

La verdad es que sí, en ese momento lo que me nació fue mentarle la madre a Edvan, en verdad que no podía creer lo imprudente que puede ser una persona a pesar de tener casi 30 años, la verdad es que un brazo roto y una cirugía con anestesia general fue un precio baratísimo a pagar en comparación con haberse roto el cuello o descalabrado contra una piedra al salir volando, que eran los otros posibles escenarios.

Después estaba la otra cuestión, le pregunté a Edvan si quería que le avisara a sus padres, y su respuesta fue una expresión instantánea entre terror-horror-pavor  y tal vez los residuos de la anestesia:

-Noooooooooooooooooooooo!!! déjate de cosas! Mi papá es capaz de dejarse venir hasta acá, se va a preocupar, a mortificar y no hay necesidad de eso!
-Si, pero creo que de todos modos deberías decirles que te pasó esto pero que estás bien y que...
-Es que no conoces a mi papá, se angustia con facilidad por las cosas, y se empieza a imaginar toda una historia en su mente y después no hay quien lo saque de ahí, ya que me den de alta y que esté bien TAL VEZ se los diga, pero ahorita ni hablar de ello-.

La mañana transcurrió normal, Edvan se medio quejaba del dolor y la molestia en el brazo, yo trataba de dormitar porque me había pasado la noche en vela, y por fortuna a mediodía llegó Rafail el otro roomate, y aproveché para salir a comer algo y para ir a casa a darme un baño, llámenme loco, pero no puedo ir a un hospital sin sentir la imperiosa necesidad de bañarme en cuanto llego a casa, creo que ha de ser fobia a los gérmenes o algo parecido.

Cuando volví, le dejé de nuevo al guardia un teléfono celular viejito que tenía, no se porqué aquí en los hospitales públicos te recogen los teléfonos, pero el caso es que me las arreglé para pasar con otros dos teléfonos y hasta con el iPad, eso sí, me aseguré de cerrar bien la cortina, no tenía ganas de repetir el incidente del día anterior. 

Porque resulta que el día anterior mientras esperábamos en la salita de urgencias, vi que mi teléfono traía la pila casi totalmente descargada, y justo detrás donde estaba sentado, había un par de tomacorrientes haciéndome ojitos, así que fui y me acomodé ahí y conecté mi teléfono.

Apenas lo había conectado por 5 minutos cuando se acerca un guardia malencarado y me dice:

-TIENE QUE DESCONECTAR SU TELEFONO- yo tenía puestos los audífonos y aunque si lo escuché me hice el tonto.
-Perdón?-
-QUE TIENE QUE DESCONECTAR SU TELEFONO-
-Pero porqué?-
-ESTA PROHIBIDO CONECTAR TELEFONOS Y COSAS AQUI DENTRO.-
-Y porqué están puestos los tomacorrientes aquí tan a la mano y funcionando si se supone que no se debe conectar nada? Lo mas lógico es que estén puestos para que se utilicen no cree?-
-DESCONECTELO POR FAVOR.-
-WTF?! ES EN SERIO?! NO MAMES!, ahora resulta que no voy a poder conectar ni siquiera un pinche teléfono?!, se pasan de #"$%&, AH PERO ESO SI, LA CUOTA DEL SEGURO BIEN QUE ME LA DESCUENTAN PUNTUALITOS CADA QUINCENA, VERGÜENZA ES LO QUE NO TIENEN!- (bajo circunstancias normales yo no armo escándalos, pero ahí si me sacaron el tapón).
-De eso quéjate con tu patrón, a mi no me vengas con cosas, yo soy igual que tu, yo no hago las reglas.-
-Discúlpame pero perdóname pero NO, no somos iguales, hasta entre los gatos hay razas! - aquí en México 'gato' o 'gata' además del típico felino, significa ser un empleaducho cualquiera, es un término mas o menos despectivo, aplicado sobre todo a las trabajadoras domésticas o a un simple mandadero. Yo por el hecho de ser empleado de alguien pues soy un gato mas jejeje, pero como dije, hasta entre los gatos hay razas.

El resto de la tarde pasó sin contratiempos, venía la enfermera cada tanto tiempo a preguntarle como se sentía, a checarle el suero y a ponerle el medicamento. Hasta eso que tengo que admitir que la atención es muy buena UNA VEZ QUE ESTÁS DEL OTRO LADO, pero en lo que es urgencias, la consulta con el médico familiar, etc, etc, suelen ser una pesadilla.

El problema siguiente fue en la noche, que me tenía que quedar allí, yo de por sí a veces batallo para dormir en mi cama así que imagínense como me las vi para poder tratar de dormir en una silla. La otra cosa que no recordé fue llevarme una chamarra o un suéter, en el día no se nota gran cosa porque uno se está moviendo, pero en la noche, el frío sí que cala. Por suerte Edvan solo tuvo necesidad de levantarse al baño en un par de ocasiones pos la noche así que pude dormitar entre ratos, eso sí, cuando llegó la mañana estaba que no soportaba el dolor en el cuello.

Con la mañana llegó el cambio de turno y también el médico a hacer su ronda. Le quitaron el vendaje y le revisaron la herida, una barbaridad, se me hace que hasta yo sé coser mas bonito; tenía dos costurones en el antebrazo y parecía que se los había hecho un aprendiz de colchonero, definitivamente la seguridad social es módica, pero ya sabemos que no utilizan cirujanos plásticos para hacer las suturas jejeje

El médico después de revisarlo le extendió un certificado de incapacidad por 28 días, dijo que iba a necesitar por lo menos 2 meses de recuperación pero que solo podía darle 28 días de una vez, que tendría que ir a sacar cita con el especialista y lo mas seguro es que le fueran a dar otros 28 días de incapacidad.

A eso de las 11 por fin salimos del hospital, llegamos a casa y casi en cuanto entramos comenzó a sonar el teléfono, era Olga, la chica de RH de su trabajo, que querían pasar a ver como estaba y blah blah blah.

Como a los 10 minutos estaban ahí en la casa, Olga, el gerente de su hotel (que por cierto su modo de hablar me recordó a Stewie, el bebé de 'Family Guy') y el chico de seguridad que iba manejando cuando se accidentó.

Olga aprovechó para llevarse de una vez el papel de la incapacidad y el gerente del hotel le dijo que qué bueno que ya estaba en casa, que se cuidara, que se mejorara y que entendía que estuviera adolorido y cansado pero que sería bueno que en un par de días se echara una vuelta por el hotel porque había mucho trabajo pendiente, eso si, que no levantara cosas (ay si tu, mira que considerado!). Me esperé hasta que se fueron y le dije que ni se le ocurriera irse al trabajo, faltaba mas que recién operado y tuviera que irse a trabajar. Todas las personas a las que les comentamos eso estuvieron de acuerdo en que eran 'chingaderas' que tuviera que ir al trabajo, que no se preocupara, que descansara, total, con la incapacidad por 28 días no tenía NINGUNA obligación de ir y que el patrón no podía hacer absolutamente NADA contra el IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social).

Contra todas las recomendaciones, Edvan se presentó en el trabajo a la semana siguiente, eso sí, los de Recursos Humanos le dijeron que se fuera sin uniforme, claro, sabían perfectamente que si le llega a pasar algo allá en la oficina estando incapacitado, el seguro social les cobra una multa gordísima, y con el uniforme puesto no cabría lugar a dudas que lo habían obligado a ir. Edvan aceptó ir porque de cualquier manera el teléfono nunca dejaba de sonar en casa, así que le hacía poca o ninguna diferencia entre estar en la casa y estar en la oficina. Le dije que les pidiera una compensación, porque después de todo la seguridad social solo te paga el 60% de tu sueldo si tu accidente no ocurrió en el lugar de trabajo, y pues si iba a estar yendo y el patrón no estaba pagando su sueldo, bien podían extenderle un cheque por el 40% restante...

2 meses después parece que todo está bien, las heridas ya le cicatrizaron por completo, eso si, se le sienten claramente las dos placas metálicas que le pusieron para fijarle los huesos y todavía no puede cargar cosas con ese brazo, pero esperemos que para navidad ya esté al 100%.

Me pregunto que experiencia hospitalaria me depara la vida para el año próximo, porque ya este es el tercer año consecutivo que pasan cosas alrededor mío y que involucran que yo esté en un hospital, en 2010 fue cuando operaron a mi papá y se pasó 3 días en el hospital, en 2011 fue cuando falleció mi abuelo y ahora en 2012 con Edvan... espero que si el año próximo me toca a mi estar en el hospital, que no sea por un accidente o algo peor, mejor que sea por algo así como una liposucción!!! :-P


miércoles, 22 de agosto de 2012

Entre accidentes

Dicen que un accidente nadie se lo busca, simplemente pasa, pero yo creo que en esta ocasión no solo se lo buscó; lo voceó por las calles, puso anuncios en el periódico, envió cadenas de emails preguntando si alguien lo había visto y hasta imprimió su foto en los cartones de la leche hasta que lo encontró.

Alguna vez les he platicado que a pesar de tener ya 30 años sigo con la nada saludable costumbre de tener roomates, pero qué quieren que haga? Llevo tantos años viviendo con ellos que son como de mi familia y ni modo que los eche a la calle así nomás verdad? Además ni modo que pague la renta yo solo!

Pues sucedió que corrían los primeros días del mes de Junio, una semana antes de la cumbre del G20 (que ya les platicaré después), y todas las personas que trabajamos en hotelería y específicamente en IT andábamos a marchas forzadas, entre ellos mi roomate Edvan, que tenía una cantidad ingente de trabajo por hacer, pero pues ese sábado, decidió hacer una pausa junto con sus compañeros del trabajo y se fueron a hacer rapel, tirolesa y trekking allá por el rumbo del arroyo del Tule, o al menos ese era el plan.

Arroyo de El Tule entre San José del Cabo y Cabo San Lucas

Me contaron que salieron temprano, como a las 3 de la tarde y se alistaron para ir, pero al ver que no cabían en el camioncito del hotel, el siempre acomedido Edvan se ofreció a llevar a algunas personas extra en su auto y problema solucionado. Agarraron carretera rumbo al lugar que iban y los problemas comenzaron cuando tuvieron que bajarse de la autopista a un camino de terracería. Yo creo que no se acordó que la camioneta no era de doble tracción, de otro modo no me explico porqué carajos se metió a un camino de tierra suelta con 6 personas a bordo; y pues que pasa lo que siempre pasa, el vehículo se atasca, se bajaron todos y como pudieron lo sacaron del atolladero de arena donde se habían metido, pero con horror vieron que les faltaban por lo menos unos 30 metros antes de llegar hasta suelo mas firme, y fue ahí donde se le ocurrió la brillante idea:



-Porqué no nos subimos en la defensa trasera y saltamos para que el auto se rebote y pueda avanzar mas fácilmente?

Lo increíble fue que otras 3 personas aceptaron y ahí los ven trepados a los 4 en la defensa trasera del auto dando saltos en lo que alguien aceleraba. Cuando ya estaban por llegar al caminito mas firme, que se topan con un bordito de tierra y la camioneta se sacude y salen volando todos por los aires.

Edvan no se explica cómo carambas pasó, porque cayó sobre su costado derecho y el brazo que se le rompió fue el izquierdo. Me dice que de momento no sintió nada, pero cuando se ve el brazo totalmente doblado hacia abajo no se le ocurrió otra cosa que mentarle la madre al insensato que iba manejando.

Y hasta ahí les duró el paseo, se regresaron todos rapidísimo al pueblo y lo llevaron a la clínica del Seguro Social, debido a que Edvan no tiene familiares viviendo aquí en Los Cabos, le hablaron a su contacto de emergencias, o sea yo y pues ahí les voy con toda la tribu compuesta de mi hermana en su octavo mes de embarazo, mi sobrino, mi cuñado y Rafail el otro roomate, que lo tuve que ir a sacar del gimnasio donde parece que le dieron toloache porque se podría pasar la vida entera ahí.

Llegamos al hospital y ahí estaban varias personas de su trabajo, ya lo habían ingresado a urgencias pero aún no salía, pero como solo había sido una fractura de brazo común y corriente, pensamos que lo iban a enyesar y problema resuelto. Pero pasaba el tiempo y como es típico, la recepcionista de urgencias no sabía nada, nos decía que volviéramos en media hora, y pasada la media hora volvía a decirnos que esperáramos otra media hora. El caso es que por fin a las 9 de la noche nos dijeron que lo iban a operar, porque la fractura había sido de 'cúbito y radio' y que con un simple yeso no iba a volver a pegar. Nos aseguraron que todo estaba bien y que dentro de un par de horas ya estaría en recuperación. Sugirieron que volviéramos a eso de las 11:30 de la noche a pedir razones de él. 

Mi hermana que apenas podía con su alma  y una panzota de antología me dijo que se pasaba a retirar y que regresaba temprano por la mañana, Rafail y yo nos esperamos hasta la hora que nos había dicho la enfermera y porsupuesto, nos dijo que no sabía nada y que mejor nos fuéramos a descansar y que volviéramos en la madrugada.

Nos regresamos a casa y yo me di un baño y aproveché para dormirme un par de horas, y a las puras 2 en punto de la mañana ya estaba de regreso en la sala de espera, y ¡oh sorpresa!, no sabían nada, pero que iban a preguntar. La enfermera hasta eso que se portó amable, hay algunas que nada mas te ladran algo de mal modo y otras que son muy atentas y amables, fue una suerte que me tocara alguien a quien le gusta su trabajo, de otro modo hubieran terminado mal las cosas. 
Pues bien, me dijeron que justo en ese momento lo pasaban a cirugía, y como era un procedimiento sencillo (le iban a poner unas placas para fijarle los huesos juntos) que para las 3:30 a mas tardar estaba fuera en la cama que ya le habían asignado.

Como no tenía nada mejor que hacer y no tenía caso regresar a casa, me puse a leer 'Diablo Guardián' de Xavier Velasco (ya les contaré) , ya lo había leído hacía algunos años pero es de esos libros que los puedes volver a leer una y otra vez y siempre se  siente como si fuera la primera.

Para no hacerles el cuento largo y como dice la canción '...y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1 y las 2 y las 3...', claro, a mi me dieron las 6:30 de la mañana y sin saber nada de mi compañero, y pues me aventé la madrugada esperando en la recepción de urgencias, donde me tocó ver entre otros a:


  • Un joven que llegó encorvado y sangrando levemente del abdomen porque se le botaron los puntos de una cirugía por una hernia. 
  • Un niño que llegó de lo mas risueño a pesar de que le había picado un alacrán tamaño familiar, sus papás llevaban al bicho envuelto en una hoja de algodón y era un MEGA alacrán, por cierto que el niño hizo mas escándalo cuando el médico le puso la inyección contra el veneno que cuando le picó el animalejo ese, salió lanzando unos alaridos y llorando a grito pelado.
  • Una señora como con 12 meses de embarazo (y solo tenía 5) y que tenía amenaza de aborto, y a pesar de no tener seguridad social la atendieron enseguida (me sorprendió eh! uno escucha cada historia del Seguro Social que no puede hacer menos que ir preparado para verlo todo).
  • Una pareja con una niña a la cual no le bajaba la fiebre y que resultó ser nieta de una señora que trabajaba en el mismo hotel que yo, al poquito rato llegó ella y nos pusimos a platicar y pues por lo menos me hizo mas llevadera la espera.
Ya mas o menos a las 7 de la mañana me dijo la enfermera que estaba en la recepción de urgencias que aún no salía mi amigo de recuperación, que mejor volviera a las 8:30 después del cambio de guardia, y que seguro seguro a las 10 de la mañana.

Ya mejor ni me regresé, me fui a dormitar al auto una hora y cuando volví por fin lo habían pasado ya a una cama en la segunda planta. Ahí les voy y cuando llego y me pregunta el guardia a que cama voy, le doy el número y me dice:

-Pero no hay nadie en esa cama...
-WTF?!!!
-Si, aparece anotado aquí pero en la cama no hay nadie.

Justo en ese momento me llama mi hermana y me pregunta si ya lo pude ver, le explico como estaba la situación y me dice que cómo era posible que no hubiera armado un escándalo ya, que si qué acaso iba a tener que ir ella con toda su humanidad a pelearse con la trabajadora social? que no era posible que ya llevara internado mas de 12 horas por un procedimiento sencillo y que no lo hubiéramos visto ni hablado con él? La verdad es que mi hermana solo me hizo preocuparme mas, me empecé a imaginar cosas como que se quedó cruzado con la anestesia, o que le había dado un infarto y quedado en la plancha y bueno, ya saben que uno siempre piensa lo peor en momentos como ese.

Le hice caso a mi hermana y me fui a buscar a la trabajadora social, que por suerte estaba a dos pasos de ahí, con mi mejor cara y el mejor tono que fui capaz de encontrar le hice ver que ya eran muchas horas y que no teníamos ninguna noticia de mi amigo, y que tenía que saber como estaba porque él no tenía familia aquí en Los Cabos y que necesitaba saber si le tenía que llamar a su familia en Chihuahua.

Justo en ese instante pasaron los camilleros con él y yo ya no sabía si sentirme aliviado o llorar, porque la verdad si tenía ganas.

Le dejé una identificación y uno de mis teléfonos celulares al guardia y pasé, cuando lo vi desayunándose unos insípidos huevos con chilaquiles, lo primero que le dije fue:



-HIJO DE LA CHINGADA!



...to be continued.

martes, 21 de agosto de 2012

Uhhh me acaaabo de acordar que tenía un blog! :-P

Yawning bear by Deborah Fajerman


Bueno, no es del todo cierto, si me acordaba de vez en cuando y pensaba que ya había dejado pasar muchos días sin escribir aunque sea tonterías (que casi no se me da verdad?), porque quieran que no, la escritura es un hábito y así igual que se adquiere también se pierde.

Creo que ya en mi último post había escrito que hubo unos cambios mas o menos drásticos aquí donde trabajo, que despidieron a mi jefe, que después despidieron a los que despidieron a mi jefe, y aquí en la oficina nos cambió radicalmente el ritmo de trabajo. No están ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero yo casi siempre escribo en los ratos libres que tengo en la oficina, que si de por si antes no eran muchos, ahora son infinitamente menos, de ahí que continuamente estuviera aplazando y aplazando escribir mis ocurrencias.

En fin, aquí estoy de regreso (jajaja uy si, tanto me que extrañaron seguramente!), y pues a tratar de recuperar la costumbre de escribir, la verdad es que me siento como si hubiera dejado una dieta o el gimnasio o algo así, los primeros días siempre son los mas difíciles pero a ver como nos va.

Saludos!