jueves, 30 de junio de 2011

Las Vacaciones 9 - La Paz

Y llegué a La Paz. El avioncito hizo exactamente una hora desde que despegó de Mochis hasta que aterrizamos en La Paz.

La verdad es que es una ciudad muy bonita. Muy tranquila, bien trazada, mas o menos grande, gente mas o menos amable y tiene unos atardeceres increíbles desde el malecón.

Baja California Sur es probablemente el único estado en el norte de México que no se encuentra asolado por la violencia por el narcotráfico, la razón, es que es prácticamente una isla, solo hay una carretera principal, los caminos vecinales son prácticamente inexistentes y por tanto no es un buen lugar para que los narcos vengan a hacer su desmadre y luego huyan a esconderse porque luego luego se quedarían acorralados.

Otra de las razones porque el estado es tranquilo es porque las autoridades son corruptas y se dice que están arregladas con un cartel de narcotraficantes, la misma policía no permite que miembros de otro cartel vengan a querer disputarles el territorio, y  como al final de cuentas los narcos locales solo se dedican a vender, la gente tampoco hace escándalo, total, que consuma el que quiera y el que no pues no les compra y ya.

A fin de evitar gente indeseable (o no asociada con las autoridades) los militares esculcan concienzudamente a todo aquél que llega ya sea por barco, avión o por carretera (varios retenes saliendo de La Paz) buscando armas, droga y demás cosas prohibidas, así que cuando llegué a recoger mi maleta en el aeropuerto ni me inmuté de ver por lo menos a 20 soldados fuertemente armados que estaban en la sala de llegadas.

Comenzaron a salir las maletas en la banda transportadora y pues cada quien a recoger la suya, a la salida teníamos que ponerla sobre una mesa, abrirlas y que los militares hicieran lo suyo. Yo ya iba resignado a perder por lo menos unos 15 minutos en lo que me esculcaban pero no, yo creo que me vieron cara de buena gente porque A TODOS los demás señores que venían en el mismo vuelo que yo los revisaron y a mi me dijeron que pasara, el único que me preguntó algo fue un funcionario del aeropuerto y era que si traía frutas o verduras en mi equipaje y pues tampoco traía nada de eso. Recogí mis cosas rápido y salí antes de que cambiaran de opinión.

Una vez fuera el problema fue conseguir un taxi, pues al parecer, a fin de evitar competencia desleal, los taxis los tiene uno que solicitar en un local del aeropuerto, donde te ofrecen 2 opciones: 1 taxi particular, que te cobra 300 pesos (poco menos de $30 USD) u otro que es colectivo, vas con otras 3 personas y cobra la mitad. Como yo no andaba nadando en dinero, opté por la última opción, solo que tuve que esperar a que se llenara el taxi. Después de casi 30 minutos de estar esperando y que nadie se apuntó para el taxi colectivo, me tuvieron que dar un taxi para mi solo.

Sobre el Malecón de La Paz

Y disculpen las fotos nada artísticas, iba a la carrera

Hasta de lejos se veía antojable el agua para nadar!



Eran mas o menos las 5:40 de la tarde, los autobuses salen cada hora rumbo a Los Cabos y yo no me quería quedar tan tarde, así que el taxista le aceleró y llegamos exactamente a las 6 en punto a la terminal turística.
Entré corriendo a la terminal y pregunté por un autobús que fuera a Los Cabos y me dijeron que salía uno a las 7 (maldita seaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!), que el de las 6 justo acababa de salir.

-Oiga, de pura casualidad no es ese que va saliendo del andén?
-Ah si! ese es! Córrele ahí afuera a la esquina y hazle la parada, si te suben!

Y pues ya salió uno de los de la terminal y me hizo el favor de detener el autobús cuando le dió la vuelta a la manzana, ya abrieron el compartimento de las maletas y guardaron mis cachivaches.

El Autobús no iba muy lleno, llevaba aire acondicionado y TV, pero el olor era horrible, tipo así como sudor rancio y a la vez fresco, uy no, con lo fijado que soy yo en esas cosas.

Me había llevado en mi mochila un libro de Amy Tan, 'Un lugar llamado Nada' (Saving the fish from drowning en inglés), mismo que había comprado hacía mas de año y medio junto con el de 'Wicked: Memorias de una bruja mala', no había tenido tiempo de leerlo en todo ese tiempo pero pues de camino eran 3 horas y media y las tenía que aprovechar en algo.

No me lo van a creer, pero eran casi las 7 de la tarde y el condenado autobús no terminaba de salir de La Paz. La ciudad no es así grande como puede ser el DF, Guadalajara, Monterrey, León o Puebla, pero al parecer hay otras dos estaciones de autobuses en donde tiene que detenerse a subir mas pasaje. De haber sabido le hubiera dicho al taxista que me llevara directo a la salida de la ciudad y ahí me subía, chance y hasta una hora antes hubiera llegado!

Playa Balandra, La Paz, BCS, México



En esta playa el agua es cristalina, lo malo es que es de fondo bajo y no se puede nadar lo que se dice nadar.

Yo en alguna de mis visitas anteriores en un muelle sobre el malecón, allá al fondo con mi playera azul marino.


Cuando por fin salimos de la ciudad, el camión todavía se fue lento, a pesar de que ya hay una autopista de 4 carriles hasta lo que es Todos Santos, los choferes de autobús tienen un gusto arraigado por ir rancheando, y total, en Baja California Sur, lo que sobra es tiempo.

Leí mi libro hasta donde me alcanzó la luz del sol, ya de ahí me fui con el iPod escuchando mis canciones favoritas, los 80's por supuesto jejejeje

El bus llegó bien rápido a Todos Santos, ahora con la autopista el tiempo de recorrido se redujo muchísimo, lo malo, es que se detiene en el pueblo por cerca de 40 minutos :-(

De ahí que salimos, ya la carretera era de solo dos carriles y pues había que ir mas lento al no ser tan fácil rebasar a algún conductor despistado que va a 70 kph en carretera.

Vine llegando a Cabo San Lucas por ahí de las 9:30 de la noche, toda la gente que iba en el camión se bajó ahí y ya hasta me estaba dando miedo que no fuera a llegar hasta San José. Igual lo de menos era tomar el suburcabos que pasaba por esa misma calle de la terminal o llamarle a los roomies para que fueran por mi, total, lo importante es que ya me sentía seguro, en mi casa, en mi ambiente y en mi pueblo!

A la mera hora el chofer siguió el camino hasta san José, y solo se subió una señora en la última terminal.
Llegamos a San José rápido y sin contratiempos. 

Otro detalle que no mencioné, fue que como el autobús ya había salido de la terminal en La Paz y me subieron a la carrera, no me cobraron el boleto. Me dijo la señora de la terminal que el pasaje me lo iban a cobrar arriba del camión, cosa que es normal aquí. 

Me quedé esperando, a ver quién y cuando me iban a cobrar el boleto, pero nada. Llegamos a San José y yo esperaba que el chofer me dijera -Es tanto del pasaje- pero una vez mas, nada. 

Como a esa hora yo venía mas bien harto, molesto y cansado por todo lo que me había pasado en el día, lo vi como un guiño del universo hacia mí a fin de no dar como pérdida total el ajetreado viaje. Lo malo fue que después me entró el remordimiento porque yo no acostumbro tomar cosas o usar servicios sin pagar por ello, ¿pero pues como le reembolso a Autotransportes El Águila? Tengo la plena seguridad que el día que vaya a pagar esos 200 pesos que me hubiera cobrado el bus desde La Paz a Los Cabos, es el mismo día en que la persona de los boletos va a ir a comer fuera con 200 pesos que le cayeron del cielo.

Lo bueno es que por fin estaba en casa, llegué unas 9 horas después de lo planeado, visité un par de ciudades extra en el camino, pero al final no estuvo tan peor. Una aventura o un simple cambio de planes a veces no caen de mas ni tan mal :-)

miércoles, 29 de junio de 2011

Las Vacaciones 8 - Regresando...como pueda!

Y que se terminaron mis vacaciones. Tenía que presentarme a trabajar un infame domingo a la 1 de la tarde. 

Sigo con la idea de que mi jefe simplemente no me quiso hacer el favor, puesto que en Recursos Humanos me quitaron arbitrariamente un día de vacaciones, por ley me tocaban 10 días y ellos alegaron que el año pasado yo tomé un día de más y que por eso en este año solo me daban 9 días (y ellos tan lindos y considerados me lo pagaron sin hacerme una 'entrevista por falta' y sin levantarme un acta de acción disciplinaria y sin que constara en mi talón de nómina que yo había tenido una falta sin justificar). A eso súmenle que me debían 2 días festivos que trabajé así que si había que ser justos, yo tendría que haber regresado hasta el miércoles a trabajar, pero bueno, dejara de vivir en México.

En fin, cuando se terminaban mis vacaciones, yo había estado dudando entre irme desde el viernes o justo el sábado. Si me iba el viernes, era un día menos en mi pueblo, pero por lo menos tendría oportunidad de descansar día y medio en mi casita y aparte lavar el endemonial de ropa sucia que seguramente seguía esperándome en el cesto junto a la lavadora. Por otro lado, si me iba el sábado, iba a estar un día mas con mis padres y amigos cercanos y bueno, siempre es tiempo lo que le falta a uno.

Finalmente llamé a la única aerolínea regional que vuela directo a Los Cabos desde mi pueblo natal para reservar en el vuelo del sábado. Me cobraron el aproximado de $100 USD y aparte me daban la transportación desde el aeropuerto de Los Cabos hasta sus oficinas en San José del Cabo y con eso me ahorraban tener que pagarle 35 dólares a un taxista mafioso o tener que caminar con mi equipaje hasta la carretera para tomar el suburcabos.

Mi vuelo estaba programado para salir el sábado a las 11 de la mañana, así que ese día ahí les vamos como alma que lleva el diablo porque para variar se me hizo tarde. Llegué por ahí de las 10:20 y me lancé sobre el mostrador de la aerolínea con mi pasaje en mano solo para que la chica que atendía me dijera que el vuelo estaba demorado y que no sabían hasta que hora iba a salir.

Al parecer, el avioncito, primero tenía que ir a hacer su vuelo diario a la ciudad de Chihuahua y de ahí regresar con el pasaje de allá y entonces si salir rumbo a Los Cabos. Según me explicó la chica, todo esto se tardaba entre 3 horas y media y 4 horas, y que como ni siquiera habían salido rumbo a Chihuahua, no sabía a que hora decirme que me presentara de vuelta.

Por fin por ahí pasaditas las 12, me llamaron y me dijeron que mi vuelo saldría a las 3:30 de la tarde, que si quería me fuera a comer a mi casa y regresara mas tarde.

Viéndola por ese lado no estuvo tan mal, por lo menos regresé a comer a mi casa y a comprar para el camino de regreso unas tortas de 'La Mordida' que son toda una institución en mi pueblo.

De nuevo, regresé al aeropuerto, a las 3 de la tarde en punto, y en cuanto llegué al mostrador, la misma chica de la mañana me dice:

-Ay oiga, que pena! el vuelo está cancelado!
-Cómo que cancelado?!
-Si, lo que pasa es que el avión regresó de Chihuahua pero pasó que blah blah blah
-Oiga, pero es que yo tengo que entrar a trabajar! Cómo le voy a hacer?
-Pues si gusta lo puedo apuntar en el vuelo de mañana a las 8:30
-Pero si es seguro que salga?
-Lo que pasa es que ahorita están checando el avión, pero aquí entre nos, no le garantizo que vaya a salir mañana tampoco :-(
-Y que se puede hacer?
-No pues apenas que se vaya aquí con los muchachos de al lado (otra aerolínea regional) pero ellos van a Cabo San Lucas, no a San José.
-Hmmm pos ya que, algo es algo.

Lo malo, fue que mas personas que iban en el mismo vuelo que yo, también tenían urgencia de llegar y al ver cancelado el vuelo original, compraron los últimos lugares que había en el vuelo de Cabo San Lucas.

Mis únicas opciones de momento era ir y rogarle a los de Aeroméxico, Interjet o Volaris que me consiguieran un vuelo al DF y de ahí a los Cabos, pero pues me dijeron que ese día ya no tenían mas vuelos con los que pudiera hacer conexión.

De repente, mi papá sugirió -Y porqué no te vas a La Paz?- ciudad que es capital de Baja California Sur, a 220 kms de Los Cabos pero que inexplicablemente en autobús se hacen 3 horas y media!

Para esas horas lo que yo quería era IRME de ahí de mi pueblo. No se ustedes, pero yo tiendo a ponerme de malas cuando se me frustran mis planes, y si yo ya me había hecho a la idea de que esa noche iba a regresar a mi casa y a dormir en mi cama, TENÍA que dormir en mi casa y en mi propia cama ESE DÍA! Regresar otra noche a mas a la casa de mis padres ya no era una opción, so pena de andar con un humor de los mil demonios lo que quedaba del día y mis padres no se merecen eso. Así que el vuelo de La Paz que salía a las 5 de la tarde fue la solución.

Lo malo, fue que ya me había agotado mis viáticos, el boleto de regreso lo había comprado con mis últimos 3 billetes de $500 pesos y no tenía mas. Mi papá me tuvo que prestar para el avión, para el taxi y para el autobús ya que la chica de la aerolínea no me pudo hacer el reembolso porque no tenía efectivo en ese momento.

Y ahí les voy, a La Paz.

martes, 28 de junio de 2011

El 15 de Junio de cada año me recuerda a...

Hace ya casi dos semanas que tenía ganas de escribir esta historia de la que me acordé por ser 15 de Junio.

Era el año de 1991, yo estaba en 3ero de primaria y mi mamá me había inscrito en varias actividades extra escolares, para aprovechar el tiempo y que no me la llevara solamente en la calle.

Los sábados iba al taller de lectura infantil en el museo regional, a mi desde siempre me ha gustado mucho leer, y tal vez por eso mismo me la pasaba muy bien en ese taller, no recuerdo haber faltado ni una sola vez.
Terminando el taller de lectura, había uno de periodismo infantil, pero a ese nunca le tomé mucho afecto, la verdad es que me quedaba nomás por andar de vago fuera de casa un par de horas mas.

Por ahí de la 1 me desocupaba y me iba a mi casa, solo para comer, porque a las 4 tenía que volver al taller de teatro. A este taller ya me acompañaban mi hermana y mis amiguitos del barrio. Ah si, también iba mi acosadora ya que mi señora madre había tenido la peregrina idea de decirle a la mamá de esta niña detestable que yo iba a un taller los sábados y -Porqué no la llevas?

En fin, pasado el tiempo, se abrió la posibilidad de estar en oootro taller de teatro, pero ese era entre semana, lunes, martes y miércoles. Y además era por allá por el rumbo del IMSS viejo, lo cual abría la posibilidad de andar de vago por un lugar hasta entonces lejano y desconocido. Como aquéllos eran otros tiempos, mi mamá no tenía empacho en dejarme ir y venir solo, total, el autobús que pasaba frente a mi casa me dejaba exactamente enfrente de las instalaciones del IMSS y para regresar, simplemente tomaba el mismo autobús, ni siquiera tenía que cruzar la calle para ir y venir.



Este taller era diferente, los que iban eran mas grandes que yo cuando menos por dos años. No se puede decir que haya sido mala influencia, pero definitivamente estando ahí, aprendí cosas tal vez inadecuadas para mis 8 años. Con todo, la simple posibilidad de salir de mi casa por un par de horas entre semana era algo de que presumir, porque a los 8 años, mis amigos de la escuela no soñaban siquiera con andar ellos solos en autobús a ninguna parte y a mi no me daba miedo. Además, me volvían a dar dinero en la tarde que no me caía mal.

Pasó el tiempo y el grupo de teatro al que iba solo había montado una obra llamada 'El payaso Dudín y sus muñecos', en donde yo hice el memorable papel de 'muñeco #6', no tenía ninguna línea y lo único que hacía era bailar como estúpido al son de rondas infantiles (y con mi nula coordinación entre pies y manos ya sabrán que tan bien lo hacía) y dejarme caer inanimado al suelo cuando la obra lo requería. Con todo, yo me sentía en el showbiz y lo disfrutaba muchísimo. Probablemente ninguno de los otros niños del grupo llegó a llevar a tantos primos, amigos y conocidos a ver la condenada obra que no tenía la mas mínima complicación en su argumento, era la típica obra que se escribe en 10 minutos y está hecha para entretener a niños no muy exigentes (solo una vez enfrentamos público hostil en una escuela primaria de gobierno) y adultos simples de espíritu.

En este grupo, había una niña, Liliana , tendría unos 12 años y era de las pocas que ya iba en la secundaria. Recuerdo que era muy ruidosa, alegre y a veces medio pesada para las bromas, pero no me caía mal. Tampoco me llevaba con ella, era una de esas personas que conoces porque están en el grupo pero que no necesariamente son tus mejores amigos. Era un trato mas bien cordial y hasta ahí.

Eso si, yo tenía los teléfonos de varios de los amigos que había hecho en el grupo y el de todos los instructores (ni tantos, eran como 4), pero cuando no tenía nada que hacer en las tardes, a veces me daba por llamarlos (muy seguido) y a horas mas bien imprudentes, pero bueno, la culpa la tienen mis padres por no decirme, yo solo tenía 8 años jejejeje

Pues el caso es que debido a que yo era tan cercano a este grupo de teatro, un día, un sábado 15 de junio de 1991, llegó una llamada, y era mi maestro de teatro, que pedía hablar con mi papá. Y ya viene mi papá y contesta el teléfono y yo nomás lo escuché que decía -ajá, ok, ajá, si, yo le digo- y colgó.

-Y que pasó?
-Que se ahogó Liliana.
-Liliana?
-Pues eso me dijo, quien es Liliana?
-Hmmm (y yo haciendo memoria creyendo que era una chica que había venido con otro grupo de teatro de Culiacán hacía unas semanas) pues no sé.
-Que raro, entonces porqué habló para avisar?
-No pues no...- Y entonces me cayó el veinte, luego luego me vino a la mente esta chica del grupo, y pues si, era la única Liliana que había allí, y bueno, no la conocería muy bien y no había asociado su nombre con su imagen luego luego, pero una vez que lo hice me solté a llorar, y por llorar me refiero a llorar como una verdadera Magdalena.

Mi mamá estaba ahí sirviendo la cena y me dijo que estaba bien llorar, porque era mi conocida y todo mundo se merece que lo lloren cuando se va. Y pues ahí estuve, un buen rato, hasta que me calmé.

Al día siguiente me levanté temprano a comprar el periódico, y efectivamente, ahí venía en la nota roja:

TRÁGICO PASEO AL RÍO, MURIERON AHOGADAS DOS MENORES

Ya leyendo la nota, resultó que esta chica se había ido a pasear con unas vecinas de ella al río Fuerte. No hubiera sido mayor el problema si no se les hubiera ocurrido meterse al agua, pues apenas terminando el año anterior, el río había crecido demasiado  e inundó varios poblados de las orillas durante semanas, y obvio, de tantas cosas que arrastró, el fondo del río se hizo mas profundo y disparejo.



Decía el periódico que se habían metido a nadar tres chicas, cuando de repente cayeron en una poza profunda. Un señor que estaba en la orilla alcanzó a ver que se hundían, y rápido fue y cortó una rama de un árbol y la metió al agua donde había visto desaparecer a las muchachas. Una de ellas logró asirse de la rama y la pudieron sacar. A las otras dos no. Y lo peor es que los cuerpos no habían aparecido a la hora del cierre de esa edición.

Recuerdo que me pasé la mañana de ese domingo leyendo y re leyendo la nota del periódico y come y come chocokrispies directo de la caja. En circunstancias normales mi mamá JAMÁS me habría dejado hacer eso, pero supongo que por ese día me tuvo consideración.

En días posteriores publicaron en el periódico que habían encontrado los cadáveres de las dos chicas atorados en un 'chinchorro', unas redes de pesca que usan para estos casos. A mi no me permitieron ir al funeral, mis papás opinaron que no tenía caso ir y quedarme traumado de por vida por ver el cadáver de una persona ahogada. Me dijeron que era preferible que me quedara con el recuerdo de ella cuando estaba viva, así alegre y risueña. Y desde entonces me quedé con esa idea. De los pocos funerales a los que me ha tocado asistir, JAMÁS he querido ver a los muertos, para qué?

Por una de esas raras coincidencias de la vida, resultó que la mamá de Liliana, trabajaba en el hospital del ISSSTE junto con la mamá de mi amigo Moisés. Gracias a eso, pudimos saber otros detalles de como había estado la tragedia.

Sucedió que, ese día, la mamá de Liliana se había ido a un pueblo llamado El Carrizo (creo) y la había dejado en casa con su papá y sus hermanos. Por ahí en la tardecita, llegó un amigo de su papá y lo invitó a irse a pistear (tomar, beber, con objeto de socializar y de paso embriagarse). Desconozco como hayan estado las cosas en su casa, pero Liliana fue muy insistente en pedirle a su papá que no se fuera. Yo creo que el señor no consideró una causa lo suficientemente fuerte el que su hija le hubiera dicho -Si te vas a tomar, nunca mas te voy a dirigir la palabra- porque de todos modos agarró camino.
Ya después de eso, fue cuando llegó su vecina de la cuadra para invitarla al río, ella aceptó y se fue con ella y pasó lo que pasó.

Yo creo que esa fue la primera vez que tuve conciencia de lo que era la muerte, porque recuerdo que si me afectó un poco. A todo mundo le platicaba yo la historia, le tomé pavor a meterme a una alberca o al mar, me la pasaba recordando episodios o anécdotas de esta chica y sacando cuentas de cuantos días le quedaban de vida en ese entonces, etc, etc.

Después comencé a soñarla seguido. En aquél entonces mis padres no iban a la iglesia evangélica donde están ahora, así que mi mamá sugirió que tal vez se me estaba apareciendo en sueños porque necesitaba de gente que rezara por ella para salir del purgatorio, y me dijo que encendiera una veladora y que rezara alguna oración por ella. No sé si efectivamente haya sido la veladora que funcionó o un simple efecto placebo porque no la volví a soñar.


lunes, 27 de junio de 2011

Las Vacaciones 7 - La pachanga

Llegamos bien temprano a la pachanga, casi se me hace que nosotros destapamos la primera cerveza de la noche y considerando que la bebida de plano no se nos da, fue la primera y la última para nosotros.

En lo que llegaban los novios, mis amigos y yo nos sentamos en una mesa cerca de la entrada, ahora si que un lugar donde pudiéramos ver sin ser vistos jejeje, y estuvimos platicando y viendo las fotos que habíamos tomado en la iglesia. En eso estábamos cuando sentí escalofríos en la espalda y afuera se alcanzaba a divisar una nube negra, y era Raymunda, acompañada de su nuevo galán. Sin el mas mínimo vestigio de recato y/o vergüenza, llegó y se sentó en nuestra mesa. De mis dos amigas que estaban ahí, Carmen y Ceci (mejor conocida por nosotros como 'la innombrable'), ninguna la soporta, desde que estábamos en la escuela.
Cuando las presenté, había sido una de esas veces en que dos personas se detestan instantáneamente a pesar de que solo se han visto un par de segundos. Después de 7 años, las cosas siguen igual.

Las muchachas simplemente la ignoraron, incluso Carmen, en la primera oportunidad que tuvo se cambió de lugar. La peor parte de la noche se la llevó mi roomate, Rafa, que es el único que todavía le habla.
Para su suerte, al poco tiempo llegaron otras dos amigas de la escuela que aligeraron un poco el ambiente en la mesa y platicamos bien agusto por un buen rato.

Después llegaron los novios y ya se la saben, aplausos, el primer baile con la canción 'Amor del bueno' de Reyli, mas fotos, agradecimientos y demás.

Cuando pasaron por nuestra mesa, naturalmente nos quisimos tomar la foto del recuerdo, y nos acomodamos Carmen, Rafa y yo, cuando de repente y sin preguntar, Raymunda saltó de su silla y corrió a ponerse junto a nosotros en la foto. Yo creo que Ceci vió la mueca que hice y así como no queriendo la cosa, ladeó la cámara lo suficiente como para que la indeseable de Raymunda no saliera en la toma, y lo consiguió bastante bien.

No me malentiendan, yo estoy de acuerdo en que Raymunda sigue siendo amiga de los novios y que por algo ellos la invitaron. Pero porqué carambas va y se atraviesa en MIS fotos  con MI cámara? (si me odiaba tanto como después supe). Yo pensaba tomar una foto de grupo, con todos los de la escuela, y ahí si no había problema, pero en las primeras fotos era evidente que yo quería fotos con mis amigos y con los novios!

A los pocos días me platicó mi roomate que le había mandado un mensaje por Facebook, pidiéndole que "rescatara" las fotos donde ella había salido, mi roomate le dijo que él solo tenía las fotos que yo había publicado en Facebook y que las versiones en alta resolución no tenía modo de conseguírselas. 
La tipa entonces le soltó una sarta de babosadas, que era mejor que las hubiera borrado, no fuera a suceder que yo le hiciera algo malo con las fotos. 
Luego me puse a pensar... si tenía miedo de que yo le fuera a hacer algo malo, porqué fue y se puso en mis fotos? y no solo en las de grupo, cuando llegué a casa y las estaba revisando, me encontré con otras fotos donde salía ella sola posando para la foto, era evidente que le había pedido a alguien, en un momento de descuido mío, que le tomara fotos con mi cámara. En fin, gente zonza, se que hago mal en dedicarle espacio en mi mente a alguien tan nefasto como ella, pero confieso que no pude evitar enojarme e indignarme, hasta Cristo lo hizo jejejeje

La fiesta siguió mas o menos hasta la 1 de la mañana, yo de por si soy malo para las develadas, y a eso súmenle que había andado de pata de perro todo el día, ya para esas horas, tenía mas sueño que ganas de seguir departiendo con mis amigos tan queridos. Nos despedimos, dimos las gracias por todo y tomamos un taxi.

Para cuando llegué a mi casa, eran pasadas las 2, llegué, me quité los zapatos y me quedé dormido en cuanto mi cabeza tocó la almohada!

Las Vacaciones 6 - La boda boda

Para variar se me hizo tarde, llegué barrido a casa de mis padres porque en estos años de ausencia, las rutas del autobús cambiaron y sin saberlo, me llevaron a dar la vuelta bastante mas lejos de lo que pensaba antes de poder bajarme donde siempre.

Total, que llegué a mi casa y me bañé lo mas rápido que pude, solo para encontrarme con que el saco del traje que pensaba usar estaba todo arrugado porque me lo había traído en la maleta y se me había olvidado llevarlo a la tintorería. De suerte que mi madre tenía una de esas planchas ultra modernas que liberan vapor con solo apretar un botón, y así le pude quitar las arrugas sin batallar en lo absoluto. Ya por fin me terminé de alistar y no cabe duda que un cambio de ropa hace maravillas con la imagen y la autoestima de uno!

Ya casi cuando estaba a punto de salir, me llama mi roomate (él también había venido para la boda) y me dijo que pasara por él. Ya faltaban 20 minutos para las 5 y no veía muy probable llegar temprano. Le llamé a un ecotaxi que llegó sorprendentemente rápido y de ahí nos fuimos a recoger al roomie y posteriormente a la iglesia.

No podía ni creerlo, pero llegamos faltando 5 para las 5 a la iglesia, es la ventaja de que Mochis sea una ciudad bien planeada, con muchas calles (no como aquí que solo hay una calle principal que atraviesa todo el pueblo) y amplias avenidas.

Nos bajamos del taxi que nos cobró increíbles 50 pesos, muy barato para lo que acostumbramos pagar aquí. Afuera de la iglesia ya estaba esperando mi amiga la novia, radiante y tan guapa como nunca la había visto.
Aproveché de tomar unas fotos y de pasada saludé a Raymunda, tenía por lo menos 5 años que no la veía, pero pues por cuestiones que tal vez luego les contaré, de la amistad que tuvimos ya no queda absolutamente nada. 
La saludé mas por ser educado que por ganas, pero ni una falsa sonrisa me arrancó.

Entramos a la iglesia y comenzó la ceremonia. Hasta ahí todo bien, después de AÑOS de no pararme en una iglesia, me invadía una sensación muy rara, casi podía sentir que las paredes y las imágenes de los santos que estaban por todos lados me veían con furia, como diciéndome -Hereje! Apóstata!-. 
Tampoco recordaba que nos tuviéramos que sentar y levantar tantas veces y mucho menos que había que contestar a ciertas frases que decía el sacerdote con otras frases.
En algún momento le comenté a mi amiga que si acaso eso no tenía un aura como de ritual mágico, me llamó  -pendejo!- y se rió.

Cuando terminó la ceremonia, pues lo típico de salir y felicitar a los novios, tomarse la foto del recuerdo con ellos y de ahí a hacer tiempo porque la recepción era hasta una hora mas tarde.

No nos quedamos en la iglesia porque al salir los novios, ya estaba afuera una quinceañera de un vestido color fucsia haciendo fila con sus 20 chambelanes.

Nos hicimos a un lado y llegamos a una carreta de esas que nunca faltan, nos echamos unos 'raspados' de fruta, también AÑOS de no probar uno. Pedí uno de guayaba que me supo a gloria!

De ahí pedimos un ecotaxi que nos llevó al hotel donde sería la recepción, pero pues igual, era muy temprano todavía y nos sentamos ahí en el lobby a recordar los tiempos de cuando estábamos en la escuela.

Ya cuando se llegó la hora y vimos que mas o menos comenzaba a llegar gente, entramos al salón y elegimos mesa. Conforme iba llegando la gente, hasta comencé a pensar que me había arreglado demasiado, pero nah, por una vez en la vida no me hizo daño resaltar ;-)

Las Vacaciones 5 - Preparativos para la boda

En aquéllos días felices y que ninguna nube negra se veía venir, la idea original de mis vacaciones, era ir a casa por unos días, aprovechar para ir a la boda de unos amigos de la escuela y de ahí probablemente ir al DF a visitar a otros amigos por un par de días.

Nunca pensé que las cosas no fueran a salir como las tenía planeadas, y eso explica porqué fue un semi desastre toda mi estadía en casa de mis padres, pero bueno, por lo menos pude ir a la boda.

Después de que falleció mi abuelo, les dije a mis amigos que me daba mucha pena pero que no iba a poder ir. Ellos por supuesto que lo entendieron y me dijeron que no había ningún problema.

Ya conforme esos días se acercaban, mis padres me dijeron que debería de ir, total, ese era el plan original, y además yo ya había estado en el hospital, con lo del funeral, etc, etc, y que ya no había nada mas que se pudiera hacer, así que acercándose la fecha, les llamé a mis amigos y les dije que siempre si iba.

En esos días, les anduve ayudando con algunas vueltas que nunca faltan cuando de una boda se trata. Que las fotos, que el video, que el traje del novio, que los zapatos del novio, etc, etc.

Un día antes de la boda, me llamó mi amigo el que se iba a casar. Que necesitaba a dos testigos que lo acompañaran a la iglesia, yo no sabía, pero al parecer en todas las iglesias, requieren que cada uno de los contrayentes lleve dos testigos que avalen su buen comportamiento y  solvencia moral.

La verdad es que el perjurio no es uno de los pecados que cometa mas seguido, pero estuvo bien volverlo a hacer después de tanto tiempo jejejeje

Me pasaron a una oficina pequeña donde estaba una chica de no mas de 25 años, muy en su papel de inquisidora, lo que está entre paréntesis es lo que yo pensaba para mis adentros a la vez que contestaba.

-Teniendo a Dios por testigo jura decir toda la verdad, solamente la verdad y nada mas que la verdad? - muy seria.
-Esteee, si (cómo no!).
-Que religión profesa usted?
-Católico por supuesto( Primera mentira. Tenía como 5 años que no me paraba en un templo y ya ni la pena vale discutir mis 13 años de militancia en una iglesia evangélica y posterior apostasía para terminar en mis 6 años de feliz ateísmo)
-Me podría decir desde cuando conoce al contrayente?
-Desde hace unos 10 años aproximadamente
-De donde lo conoce?
-Estuvimos juntos en la universidad
-Ha estado el contrayente casado alguna vez por el civil o por la iglesia católica?
-No (que yo haya sabido).
-Tiene el contrayente hijos?
-No, para nada (que yo sepa).
-Alguna vez ha sabido que el contrayente haya vivido en unión libre?
-No, nunca (Mire señorita, para que andar con rodeos, usted lo que quiere saber es si el contrayente ha tenido relaciones sexuales con la contrayente, la respuesta es 'Que carajos le importa?', se quieren casar y punto. En estos tiempos usted se debería de dar por bien servida con eso).
-Sabe usted si el contrayente está haciendo esto por su libre voluntad o está siendo presionado?
-No, para nada (ayer fuimos a casa de la novia y no vi a su señor suegro con una escopeta, así que supongo que no hay presión).
-Conoce usted de algún impedimento para que el matrimonio se lleve a cabo?
-No, ninguno (que yo sepa)

Ya no recuerdo que otras nimiedades me preguntaron, tal vez que si donde vivían y demás, pero nada trascendente. De ahí la chica me hizo firmar por duplicado unas formas y fue todo. No cabe duda, cometer perjurio es algo tan sencillo que no me extraña que cada día millones de personas mientan invocando a Dios por testigo, con razón el mundo está como está! jejejeje

Saliendo de la iglesia nos tuvimos que ir express a recoger el traje del novio y a comprarle unos zapatos, pues a  mi amigo se le había ocurrido la barbaridad de llevarse unos zapatos casuales sin agujeta nomás porque eran negros el día de la boda. No fue muy fácil conseguir zapatos de su número, prácticamente tuvimos que comprar los zapatos que había y no tanto los que a él le habían gustado, pero bueno.

De ahí nos fuimos a la casa de la novia a recoger unas invitaciones que estaban pendientes de entregar y fue cuando me enteré que aparte de que no se ponían de acuerdo para escoger la canción que iban a bailar en la boda, no tenían ni fotos, ni video!

Según me contaron, la novia, hace un par de años, le patrocinó las fotos y el video a una amiga de ella, misma que prometió devolverle el favor cuando ella se casara. Bueno, pues hace algunos meses, la novia le llamó a esta amiga para recordarle, y la chica esta le dijo que claro que porsupuesto que desde luego que sí. Bien, pues en la semana de la boda, le llamó para pedirle los datos del fotógrafo, pues se tenían que poner de acuerdo para la hora y el día. Resultó que la chica que le iba a patrocinar sus fotos, así nomás se le echó para atrás, que no le había podido conseguir al fotógrafo, y que que pena pero que no.

Al día siguiente ahí anduve en la mañana correteando a unas amigas que no había visto desde hacía años, que trabajaban en una tienda de fotografía, y que ya en alguna ocasión me habían hecho el favor de tomar las fotos en la boda de mi hermana y en mi graduación. Ellas me consiguieron al muchacho que fue a tomar el video de último momento y hasta eso que me dieron buen precio. De lo de las fotos no hizo falta porque la mamá de la novia consiguió también de última hora a una persona que fue a tomar las fotos en la iglesia y en la recepción.

Muy movido ese día, y eso que todavía no era ni la ceremonia ni la fiesta :-S

jueves, 16 de junio de 2011

Las Vacaciones 4 - Y mas funeral

Te ha pasado que a veces despiertas y necesitas unos segundos (y a veces mas) para recordar donde estás?
Pues eso me pasó la mañana de ese viernes que desperté. Al abrir los ojos no recordaba donde estaba, me tuve que incorporar y caer en cuenta de que no había sido un sueño, efectivamente, mi abuelo ya no se encontraba con nosotros y yacía a unos metros de ahí.

Traté de dormir un poco mas, porque todavía era muy temprano, mas o menos las 6:30 de la mañana, pero ya no pude. A las 7 que me animé a salir de la camioneta, ya se había levantado mi papá (el carga con su sleeping bag a todos lados) y ahí le preguntaba si sabría de los arreglos que habían hecho, de donde y a que hora iban a sepultar a mi abuelo, etc, pero pues él tampoco sabía nada.

Una media hora después llegó mi mamá, y nos dijo que quería ir al pueblo cercano a comprar algo para el desayuno y la comida, pues aún no se ponían de acuerdo entre ella y mis tías acerca de que habrían de hacer ese día, pero pues teníamos que comer algo.

Nos enfilamos con rumbo a un pueblo llamado 'El Gato' (si, así se llama) porque probablemente allá encontraríamos mas surtido que en el abarrote que hay en el ejido de mis abuelos. Doblamos hacia la izquierda en la salida del ejido y por primera vez en 25 años, recorrí ese tramo de la carretera. La última vez que anduve por esos rumbos debe haber sido cuando falleció mi santa tía Marisela, hace 25 años precisamente.

Es evidente que no me perdí de mucho porque todo estaba exactamente igual a los vagos recuerdos que tenía de ese pequeño recorrido de 5 kilómetros.

Entramos al pueblo buscando una carnicería o un minisuper, a ver que se nos ocurría para la comida. En el inter dimos con una ferretería donde mi papá aprovechó para comprar algunas cosas que necesitaba para reparar unos desperfectos que se encontró en casa de mis abuelos. Después de preguntar, dimos con una tortillería y un minisuper donde vendían prácticamente de todo, hasta levadura de cerveza! Y miren que yo aquí en Los Cabos la he buscado por todos lados y no la venden, y ahí en el lugar menos esperado me encontré perfectamente alineados 5 paquetitos de 100 gramos.

Mi mamá compró sus provisiones para el día, pollo, machaca, huevos, verdura y tortillas. De ahí nos regresamos al ejido y ya entramos a la cocina con las cosas. Ahí fue cuando vi a mi abuela por primera vez y a mis primas que tenían la lloradera la noche anterior, pobrecillas, no habían dormido nada y se les veía la angustia reflejada en la cara.

Al poco rato llegaron unas personas de la iglesia de mis padres a dar el pésame, la noche anterior había ido otro grupo de personas de la misma iglesia, pero solo los  vi de lejos, en realidad no tenía muchas ganas de saludarlos (los conocía a casi todos y no guardaba muy buenos recuerdos) y siendo justos, ellos me vieron y tampoco se acercaron a mi jejejeje. En cambio las personas que llegaron por la mañana, otra cosa, muy considerados y muy buena onda, casi casi se podía decir que irradiaban calma y buena voluntad. Mi mamá les preguntó si querían algo de desayunar, y hasta eso que no dijeron que no, en un segundo una de las señoras que iba puso manos a la obra y sacó el desayuno para ella y su esposo y otras dos personas que iban con ellos. Me ofrecieron de lo que habían preparado, pero a mi no me gusta comer en situaciones como esta. Digamos que yo soy muy bueno para relacionar olores y sabores con el estado de ánimo, y no quería que alguna comida que me gusta tanto como la machaca con verdura, me recordara a un funeral o a un día triste cuando lo volviera a comer después. De hecho, desde que salí de mi casa el día anterior, no había vuelto a probar bocado por la misma razón. Ya ves que desde el funeral de mi tía Marisela, no puedo dejar de relacionar el sabor a fresa con la muerte.

Así transcurrió la mañana, me la pasé platicando con mi papá, tíos y primos y de no haber sido por la situación, fue un día muy padre de volver a reconectar con la familia, de platicar, de convivir. 

Me llamó la atención ver al mundo de nietos pequeños y bisnietos que andaban correteando por el patio como si fuera un día de fiesta. Aquí comprobé que los niños no tienen conciencia de lo que es la muerte, o sea, saben lo que es la muerte, pero no les afecta tanto como a nosotros, no creo que comprendan los alcances tan definitivos que tiene para los mayores. Ellos eran felices, jugando, brincando y sobre todo comiendo tantas galletas como quisieran :-)



martes, 14 de junio de 2011

Las Vacaciones 3 - Un funeral

Mi tío hizo los arreglos para que los de la funeraria trasladaran a mi abuelo el mismo día que falleció. El último deseo que alcanzó a expresar mi abuelo antes de quedar inconsciente fue que quería morir en su casa, que él sentía que de esta ya no se iba a levantar, y que no quería quedarse en Mochis (hometown), que por favor lo llevaran a su ejido querido de su corazón. No se le hizo a mi abuelo su deseo. Mis tíos consideraron que todavía se podía hacer algo y por eso mismo lo tuvieron hospitalizado hasta el último día, pero pues al final el viejito tuvo la razón y se nos fue.

Esa tarde anduvimos con las prisas en mi casa, alistándonos para salir lo antes posible, empacando lo que pudiéramos necesitar para los próximos dos días. Me sorprendía muchísimo que mi mamá estuviera en completa calma e incluso hasta se daba tiempo para bromear, ya después me platicó que durante toda esa semana había tenido el presentimiento de que mi abuelo se nos iba, y había estado llore y llore los días previos, desahogándose, y que cuando pasó todo, ella ya se había hecho a la idea y resignado a lo inevitable, además de que tenía que estar fuerte porque mi abuela la iba a necesitar de una pieza.

Mis padres pertenecen a una iglesia evangélica, y si algo tienen los evangélicos es que son muy solidarios cuando fallece algún familiar cercano de los miembros de la iglesia, y por supuesto, también se habían organizado ya para ir a acompañar a mi mamá hasta su ejido.

Paramos en un supermercado a ponerle saldo al celular y mi mamá estaba con el pendiente de que iba a ir toda la gente de su iglesia y no iban a tener nada que ofrecerles de comer en el funeral. Le dije que si quería podíamos comprar algunas cajas de galletas (según yo en los funerales sólo se ofrecen café y galletas), y mi papá luego luego alegó que se nos iba a hacer tarde, que los de la funeraria se encargan de todo eso.

-Si pero solo ponen galletas de esas de animalito, o galletas populares - decía mi mamá
-Y que tiene? Nadie va a estar esperando que les pongas galletas de alta repostería - le dijo mi papá, visiblemente enfadado porque se nos hacía tarde y a como están los tiempos en mi querido estado natal, viajar por carretera uno solo no es seguro y menos de noche.
-Papá, por favor vamos, mientras mas rápido vayamos mas rápido salimos.

Ya cuando estábamos lejos del auto, le reclamé algo a mi papá por primera vez desde que dejé la adolescencia:

-Cómo es posible que se ponga a discutir con mi mamá en momentos como este? No se da cuenta que se le acaba de morir su papá? Usted cree que se siente muy bien? que es un pensamiento frívolo el querer llevar algo que ofrecerle a la gente que nos va a estar acompañando?
-Pero es que tu mamá siempre sale con sus cosas, es capaz de que quiere que nos detengamos ahorita a comprar pollo o carne para llevar!
-Pues nos detenemos! Faltaba mas! Ahorita cualquier cosa que ella diga, hay que decirle 'SI', sin peros, sin preguntas, por lo menos hoy, no la haga mortificarse mas.

Hasta eso que mi papá no me dijo nada, la verdad es que sentí bien feo de reclamarle algo, pero se me hizo feo el modo en que le habló a mi mamá, tal vez no era esa su intención y no se dió cuenta, pero como dije, no se trataba de estresar mas a mi mamá.

Llegamos al pasillo de las galletas y mi papá quería llevar de las primeras que encontró, unas galletas sin chiste.

-No, de esas no, vamos llevando galletas sandwich o con algo de relleno.
-Para qué, con estas tienen, no van a esperar nada mas allá de café y galletas de animalito.
-Ah no! ningún funeral que yo tenga que patrocinar va a tener café con galletas de animalito, faltaba mas! A poco cuando usted se muera va a querer que yo de galletas de animalito? Verdad que no? Imagínese que la gente se acuerde de su funeral porque dimos galletas de animalito?! - Hasta eso que mi papá se rió y no se lo tomó a mal. Llegamos también a comprar algunas botellas de cocacola, que igual tienen cafeína y sirven para pasar la noche en vela.

Ya de ahí tomamos carretera rumbo a Angostura, se hace mas o menos como hora y media de camino, y mi papá iba con la preocupación de que ya era noche, y con todo lo que está pasando de los narcotraficantes, sicarios y demás historias de terror que hemos escuchado, pues si nos daba un poco de cuidado irnos solos.

Hicimos la primera hora de camino sin contratiempos, mi mamá platicando historias de mi abuelo y yo platicándoles de algunos de mis compañeros del trabajo que eran de algunos de los pueblos por donde íbamos pasando. A eso de las 10:30 de la noche, llegamos a la entrada de Angostura. El ejido de mis abuelos queda un poco mas lejos, y en el entronque de la carretera, nos topamos con el vehículo de la funeraria y la vagoneta de mi tío. Nos fuimos detrás de ellos el resto del camino. Vimos también que detrás de nosotros venían mi tía y su familia, una de sus amigas incondicionales, y la familia de otro de mis tíos que no pudo venir (actualmente reside en Estados Unidos sin papeles y no puede regresar).

Llegamos por ahí pasaditas las 11 al ejido que me gustaba tanto visitar cuando era niño, pero pues ya en los últimos tiempos las cosas habían cambiado, tenía yo creo fácil unos 10 años que no iba. A mis abuelos los veía cuando estaban de visita ahí en Mochis, pero nada más. El ejido estaba mas o menos igual, algo decaído porque ya casi no vive gente ahí, solo los mayores. Los hijos y los nietos hace tiempo que se fueron a vivir a Culiacán o a Guamúchil y solo van de visita, como nosotros ahora.

Cuando íbamos entrando al ejido, vi que muchas de las casas tenían sus luces encendidas, y que conforme iba avanzando el vehículo de la funeraria, la gente iba saliendo y se enfilaba hacia la casa de mis abuelos.

Llegamos a lo que sería el patio de enfrente de la casa y ya había unas carpas, bancas y sillas para la gente que iba a llegar. Nos bajamos y la verdad es que no sabía muy bien que hacer, me limité a seguir a mi papá a ver en que cosa podíamos ayudar.

Mi papá les preguntó a los de la funeraria si necesitaban ayuda para bajar el ataúd y asintieron. Ya entre 4 personas lo bajamos y lo acomodamos sobre la estructura que habían colocado y asegurado.

Allí es cuando vi a mis primas por primera vez esa noche. Ellas son las que habían vivido toda su vida ahí en el ejido y las que cuidaban a mis abuelos. Las pobres estaban destrozadas, sobre todo la mayor, que se quejaba amargamente de que no había podido estar con mi abuelo en sus últimos momentos (se enfermó de la puritita angustia), pero las quejas eran A GRITOS, no dudo en lo absoluto que su sentimiento fuera genuino, pero si pensé que lo único que iban a conseguir era que mi abuela se pusiera todavía peor,
y efectivamente, la viejita se desmayó. Tuvo que salir mi mamá a decirle a mi prima que se calmara y guardara la compostura, la tuvo que levantar porque estaba tirada dándole de golpes al suelo.

Yo esa noche no quise ni entrar a la casa, de cualquier manera, no me necesitaban para nada y probablemente mi abuela ni siquiera se iba a dar cuenta.

Me quedé afuera toda la noche, me encontré con unos primos a los que no veía desde hace años y nos pusimos a platicar y a contar historias de cuando éramos niños y que íbamos en las vacaciones al ejido. Nos quedamos despiertos mas o menos hasta las 4 de la mañana y ya cada quien se fue a buscar algún lugar para dormir. En la casa era imposible porque había muchísima gente, yo me acomodé en la cabina de la camioneta de mi papá, y siempre si me pude dormir unas 3 horas...

domingo, 12 de junio de 2011

Las vacaciones 2 - Mi abuelo

El fin de semana antes de salir, me llamó mi papá y me contó que mi abuelo materno, estaba mal. Que ya tenía varios días internado en el hospital y que ahora si pensaban que no la iba a librar.

Mi abuelo, es una de esas personas que fumaron desde muy temprana edad, supongo que en aquéllos tiempos era la norma que los hombres debían de fumar apenas alcanzaban la edad adulta. Bien, pues mi abuelo fumó puntual y religiosamente todos los días durante los últimos sesenta y tantos años. Jamás recuerdo yo que hubiera tenido algún problema relacionado con eso, hasta el año 2006, cuando le detectaron que tenía cáncer en los pulmones. 

A pesar de tener todos los pronósticos en contra, mi abuelo se alivianó. Yo recuerdo haber hecho el viaje de mi pueblo a Culiacán con la idea de que ahora si no se iba a escapar del destino, pero fue una muy bonita sorpresa ver que el viejito estaba sorprendentemente bien. Yo no lo vi en los meses anteriores, pero todos decían que estaba muy mal, y pues no se si habrá sido que vinieron todos sus hijos y la mayor parte de sus nietos a verlo lo que hizo que agarrara nuevos ánimos y se compusiera. Me fui de Culiacán mas animado, con la impresión de que todavía tendríamos abuelo para varios años mas.

Y aunque efectivamente mi abuelo se alivió del cáncer, los pulmones le quedaron resentidos, y pues esta última vez que se nos puso malo, le había dado neumonía, de ahí que ya todos estuvieran con pocas esperanzas.

Yo llegué a mi pueblo el miércoles por la tarde, y ya me contaba mi mamá que se acababan de traer a mi abuelo al hospital de ahí (estaba internado en otro lado, pero lo trasladaron), y que se estaban turnando entre mis tíos y ella para cuidarlo. A ella le tocaba entrar de 2 de la mañana a 8 de la mañana, que era la hora en que llegaba mi otra tía. Yo creo que ya se sospechaban algo, porque ya no se querían ir solos a cuidar a mi abuelo. Mi tío siempre se iba con su esposa o con alguno de sus hijos, mi tía se iba con su esposo y mi mamá se había estado quedando junto con mi papá, pero pues mi papá por el trabajo y demás no se podía ir a cuidarlo todos los días, y pues yo le ofrecí a mi mamá acompañarla al hospital esa noche.

Cuando llegué a la clínica del IMSS, pues ve uno a tanta gente con tantas dolencias que es imposible no conmoverse, y mas de ver que a veces los hospitales no están en las mejores condiciones, digo, yo pago puntualmente el seguro social (bueno, me lo descuentan puntualmente vía nómina), y yo creo que en 7 años que llevo cotizando, lo he utilizado a lo mucho un par de veces y para cosas simples, y creo que así como yo, ha de haber otros tantos millones de personas que lo pagan y no lo utilizan, así que según mi sentido común, la atención en el hospital debería ser excelente y el dinero debería fluir para que las instalaciones estén en óptimas condiciones. Pero bueno, es México, es el IMSS y eso merece otro post aparte.

Yo vi a mi abuelo muy mal, pero mal mal mal, muy delgado, respirando con mucha dificultad, lo tenían con oxígeno y no estaba consciente. Cada cierto tiempo venía una enfermera y con una sonda le aspiraba la garganta, por aquello de las flemas y demás y ya mas o menos se componía su respiración, pero pues si se le notaba que se convulsionaba y demás. Fue difícil para mi verlo en esas condiciones, pero pues lo importante ya mas que nada era acompañarlo. 

Mi mamá y yo nos pasamos la noche ahí cuidándolo, no podíamos hacer mucho, solo estar al pendiente de que le pusieran el medicamento a la hora y pues que estuviera cómodo dentro de lo posible.

Pos ahí de las 8 de la mañana llegaron mi tía y su esposo, que lo iban a cuidar hasta mas o menos las 5 de la tarde, pero igual, se les veía tristes y cansados. Mi mamá y yo nos regresamos a casa, desayunamos y nos fuimos a descansar. Yo creo que por allá cerca de las 11 de la mañana apenas me quedé dormido, y me desperté otra vez como a las 12:30, pero pues igual, con la sensación rara de que algo no iba bien.

Por ahí de las 3 de la tarde nos llamó el esposo de mi tía, que nos fuéramos al hospital, porque ya mi abuelo estaba en estado crítico, que estaban ahí los doctores y que ya les habían dicho que no había nada mas que hacer. Nos levantamos de la mesa y cada quien por sus cosas, como a los 10 minutos ya estábamos saliendo y nos volvió a llamar el esposo de mi tía y nos dijo que mi abuelo ya se había ido, pero pues que fuéramos al hospital de todos modos, porque mi tía estaba llore y llore y estaban ellos dos solos ahí.

La verdad es que se siente tan feo llorar cuando se va alguien, es un sentimiento que no alcanza uno a entender, de porqué, o porqué así en esas circunstancias. Con todo, me sorprendió la calma que guardó mi mamá. Llegamos y pues estaba afuera mi tía, llore y llore, y pues mi mamá como pudo trataba de consolarla, diciéndole que era lo mejor porque su papá ya solo estaba sufriendo y que por lo menos ya estaba descansando. Yo no pude hacer mas que abrazarla y llorar junto con ella.

Como a la media hora llegaron otro mi tío y su esposa, pero pues ya no había nada que hacer. Mi tío no quiso quedarse ahí, luego luego bajó a la oficina de la trabajadora social para arreglar lo de la funeraria y el traslado. Mi abuelo había vivido los últimos 50 años en su ejido allí en el municipio de Angostura y su último deseo había sido que quería morirse en su casa en paz, pero pues uno no decide como pasan esas cosas, y bueno, lo mas que íbamos a poder hacer era llevarlo a su casa por última vez.

Otra cosa que me sorprendió fue ver llorar a la esposa de mi tío con tanto sentimiento. Yo debo de confesar que no tenía en muy buen concepto a esta tía, pues siempre la veía muy fría, muy distante y como que su misma religión la hacía tener esa personalidad no tan simpática. Pero ya cuando mi mamá me platicó que esta tía se había portado como nadie a la hora de estar ahí cuidando a mi abuelo, que jamás de los jamases puso un pretexto para no ir, que jamás hizo una mala cara cuando les tocaba asear a mi abuelo, que siempre estuvo al pendiente de cualquier cosa que se necesitara. Se había portado como una hija. Me cuenta mi otra tía que los de esa religión por lo general no lloran, que siempre tratan de mantenerse con la cabeza fría y sacar aplomo de donde puedan. Pero yo la vi ahí, llorando a mi abuelo, como cualquiera de nosotros. Me conmovió.

De ahí del hospital mi tío se fue a arreglar el papeleo, mi tía se fue a su casa a prepararse porque en la noche nos íbamos todos al pueblo de mi abuelo y mis papás y yo nos fuimos al centro a comprarle a mi abuelo lo que sería su último cambio de ropa, pues como salieron a la carrera de allá de su casa, no teníamos nada aquí.

Llegamos a una tienda donde vendían de todo, pero mi mamá eligió algo que a mi abuelo le hubiera gustado, algo muy campirano pero bonito. 

De ahí yo me fui a la funeraria a dejar la ropa y pues también, a alistarme porque en la noche nos íbamos hasta Angostura al ejido donde vive la familia de mi mamá...

Las vacaciones 1

Parecerá increíble, pero yo no soy muy fan de las vacaciones. Me gusta salir los fines de semana o un par de días y descansar, pero estar fuera dos semanas, la verdad es que se me hace pesado.

Para empezar no ayuda mucho que no tengo muchas opciones. Yo vivo aquí en Los Cabos pero mi ciudad natal está en el norte de Sinaloa, y bueno, allí ya conozco. No me malentiendan, me gusta mucho ver a mi familia y amigos, ir a comer nachos, sopes, tortas, tacos de carne asada, la comida de mi mamá, etc, pero tantos días de estar fuera, lejos de mi actual entorno, me desespera un poco!

Pero bueno, ya mis días de vacaciones se habían pasado por mas de un año sin tomarlos, y pues iban a expirar, así que los tuve que tomar por estas fechas. Lo malo es que fue tan precipitado todo que me fui sin dinero, sin prima vacacional y sin un plan o itinerario establecido de lo que iba a hacer...

Déjenme les digo, salir de vacaciones sin llevarlas planeadas, es una mala, mala idea.