jueves, 30 de junio de 2011

Las Vacaciones 9 - La Paz

Y llegué a La Paz. El avioncito hizo exactamente una hora desde que despegó de Mochis hasta que aterrizamos en La Paz.

La verdad es que es una ciudad muy bonita. Muy tranquila, bien trazada, mas o menos grande, gente mas o menos amable y tiene unos atardeceres increíbles desde el malecón.

Baja California Sur es probablemente el único estado en el norte de México que no se encuentra asolado por la violencia por el narcotráfico, la razón, es que es prácticamente una isla, solo hay una carretera principal, los caminos vecinales son prácticamente inexistentes y por tanto no es un buen lugar para que los narcos vengan a hacer su desmadre y luego huyan a esconderse porque luego luego se quedarían acorralados.

Otra de las razones porque el estado es tranquilo es porque las autoridades son corruptas y se dice que están arregladas con un cartel de narcotraficantes, la misma policía no permite que miembros de otro cartel vengan a querer disputarles el territorio, y  como al final de cuentas los narcos locales solo se dedican a vender, la gente tampoco hace escándalo, total, que consuma el que quiera y el que no pues no les compra y ya.

A fin de evitar gente indeseable (o no asociada con las autoridades) los militares esculcan concienzudamente a todo aquél que llega ya sea por barco, avión o por carretera (varios retenes saliendo de La Paz) buscando armas, droga y demás cosas prohibidas, así que cuando llegué a recoger mi maleta en el aeropuerto ni me inmuté de ver por lo menos a 20 soldados fuertemente armados que estaban en la sala de llegadas.

Comenzaron a salir las maletas en la banda transportadora y pues cada quien a recoger la suya, a la salida teníamos que ponerla sobre una mesa, abrirlas y que los militares hicieran lo suyo. Yo ya iba resignado a perder por lo menos unos 15 minutos en lo que me esculcaban pero no, yo creo que me vieron cara de buena gente porque A TODOS los demás señores que venían en el mismo vuelo que yo los revisaron y a mi me dijeron que pasara, el único que me preguntó algo fue un funcionario del aeropuerto y era que si traía frutas o verduras en mi equipaje y pues tampoco traía nada de eso. Recogí mis cosas rápido y salí antes de que cambiaran de opinión.

Una vez fuera el problema fue conseguir un taxi, pues al parecer, a fin de evitar competencia desleal, los taxis los tiene uno que solicitar en un local del aeropuerto, donde te ofrecen 2 opciones: 1 taxi particular, que te cobra 300 pesos (poco menos de $30 USD) u otro que es colectivo, vas con otras 3 personas y cobra la mitad. Como yo no andaba nadando en dinero, opté por la última opción, solo que tuve que esperar a que se llenara el taxi. Después de casi 30 minutos de estar esperando y que nadie se apuntó para el taxi colectivo, me tuvieron que dar un taxi para mi solo.

Sobre el Malecón de La Paz

Y disculpen las fotos nada artísticas, iba a la carrera

Hasta de lejos se veía antojable el agua para nadar!



Eran mas o menos las 5:40 de la tarde, los autobuses salen cada hora rumbo a Los Cabos y yo no me quería quedar tan tarde, así que el taxista le aceleró y llegamos exactamente a las 6 en punto a la terminal turística.
Entré corriendo a la terminal y pregunté por un autobús que fuera a Los Cabos y me dijeron que salía uno a las 7 (maldita seaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!), que el de las 6 justo acababa de salir.

-Oiga, de pura casualidad no es ese que va saliendo del andén?
-Ah si! ese es! Córrele ahí afuera a la esquina y hazle la parada, si te suben!

Y pues ya salió uno de los de la terminal y me hizo el favor de detener el autobús cuando le dió la vuelta a la manzana, ya abrieron el compartimento de las maletas y guardaron mis cachivaches.

El Autobús no iba muy lleno, llevaba aire acondicionado y TV, pero el olor era horrible, tipo así como sudor rancio y a la vez fresco, uy no, con lo fijado que soy yo en esas cosas.

Me había llevado en mi mochila un libro de Amy Tan, 'Un lugar llamado Nada' (Saving the fish from drowning en inglés), mismo que había comprado hacía mas de año y medio junto con el de 'Wicked: Memorias de una bruja mala', no había tenido tiempo de leerlo en todo ese tiempo pero pues de camino eran 3 horas y media y las tenía que aprovechar en algo.

No me lo van a creer, pero eran casi las 7 de la tarde y el condenado autobús no terminaba de salir de La Paz. La ciudad no es así grande como puede ser el DF, Guadalajara, Monterrey, León o Puebla, pero al parecer hay otras dos estaciones de autobuses en donde tiene que detenerse a subir mas pasaje. De haber sabido le hubiera dicho al taxista que me llevara directo a la salida de la ciudad y ahí me subía, chance y hasta una hora antes hubiera llegado!

Playa Balandra, La Paz, BCS, México



En esta playa el agua es cristalina, lo malo es que es de fondo bajo y no se puede nadar lo que se dice nadar.

Yo en alguna de mis visitas anteriores en un muelle sobre el malecón, allá al fondo con mi playera azul marino.


Cuando por fin salimos de la ciudad, el camión todavía se fue lento, a pesar de que ya hay una autopista de 4 carriles hasta lo que es Todos Santos, los choferes de autobús tienen un gusto arraigado por ir rancheando, y total, en Baja California Sur, lo que sobra es tiempo.

Leí mi libro hasta donde me alcanzó la luz del sol, ya de ahí me fui con el iPod escuchando mis canciones favoritas, los 80's por supuesto jejejeje

El bus llegó bien rápido a Todos Santos, ahora con la autopista el tiempo de recorrido se redujo muchísimo, lo malo, es que se detiene en el pueblo por cerca de 40 minutos :-(

De ahí que salimos, ya la carretera era de solo dos carriles y pues había que ir mas lento al no ser tan fácil rebasar a algún conductor despistado que va a 70 kph en carretera.

Vine llegando a Cabo San Lucas por ahí de las 9:30 de la noche, toda la gente que iba en el camión se bajó ahí y ya hasta me estaba dando miedo que no fuera a llegar hasta San José. Igual lo de menos era tomar el suburcabos que pasaba por esa misma calle de la terminal o llamarle a los roomies para que fueran por mi, total, lo importante es que ya me sentía seguro, en mi casa, en mi ambiente y en mi pueblo!

A la mera hora el chofer siguió el camino hasta san José, y solo se subió una señora en la última terminal.
Llegamos a San José rápido y sin contratiempos. 

Otro detalle que no mencioné, fue que como el autobús ya había salido de la terminal en La Paz y me subieron a la carrera, no me cobraron el boleto. Me dijo la señora de la terminal que el pasaje me lo iban a cobrar arriba del camión, cosa que es normal aquí. 

Me quedé esperando, a ver quién y cuando me iban a cobrar el boleto, pero nada. Llegamos a San José y yo esperaba que el chofer me dijera -Es tanto del pasaje- pero una vez mas, nada. 

Como a esa hora yo venía mas bien harto, molesto y cansado por todo lo que me había pasado en el día, lo vi como un guiño del universo hacia mí a fin de no dar como pérdida total el ajetreado viaje. Lo malo fue que después me entró el remordimiento porque yo no acostumbro tomar cosas o usar servicios sin pagar por ello, ¿pero pues como le reembolso a Autotransportes El Águila? Tengo la plena seguridad que el día que vaya a pagar esos 200 pesos que me hubiera cobrado el bus desde La Paz a Los Cabos, es el mismo día en que la persona de los boletos va a ir a comer fuera con 200 pesos que le cayeron del cielo.

Lo bueno es que por fin estaba en casa, llegué unas 9 horas después de lo planeado, visité un par de ciudades extra en el camino, pero al final no estuvo tan peor. Una aventura o un simple cambio de planes a veces no caen de mas ni tan mal :-)

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