miércoles, 27 de julio de 2011

Parquecito escondido

El jueves pasado salí temprano de trabajar, y como tenía hambre, invité al sushi al Vikingo de Bolsillo y a la Hormiga Atómica. Saliendo de ahí, nos fuimos a dar una vuelta porque estaba haciendo demasiado calor como para volver tan temprano a casa, y dimos con este parquecito acá por el rumbo del Hospital Amerimed y la aberración de la arquitectura conocida como Condominios Vista Encanto.





El Lugar a donde llegamos era una especie de mirador/estacionamiento, y justo abajo estaba el parquecito. Al fondo se alcanzan a ver los condominios Alegranza y la playa del Hotel Presidente Intercontinental.


Este es el otro lado, menos glamouroso, son terrenos que desconozco si estén en venta o ya estén vendidos, pero por lo menos se ve que no hay construcción en progreso.


Otra mas del parquecito y los pedazos baldíos de al lado, hogar de alimañas como pajaritos, liebres y muy probablemente alguna que otra culebra.




Esto ya era mas acá al fondo del parquecito, llegando a una calle que se llama Paseo Finisterra, y desconozco que propósito tengan esas cosas picudas.


El fondo fondo del parquecito, está construido de tal modo que es como un circuito para que la gente (que sepa de su existencia) vaya a correr/caminar/lleve a sus niños.

Y seguían apareciendo mas estructuras picudas, no creo que los indios pericúes hayan construido estructuras piramidales o si?

Acá era a donde llevaban las escaleras de lo último del parquecito. Cabe mencionar que no sale una casa a la derecha de la foto, que tenía una cerca electrificada.



Ya estaba atardeciendo y de la nada estaban saliendo muchos mosquitos, y con mi suerte, para que quiero que me pegue dengue, así que ahí nos vemos!

Vista general del parquecito cuando íbamos de regreso. Al fondo se alcanzan a ver los Condominios Vista Encanto, horribles!!!! Parecen salidos de la mente retorcida de un arquitecto con mucho dinero, el ego muy grande y un pésimo gusto. Mi amigo Luis trabajó una temporada tratando de vender ese lugar y dice que el dueño hasta se ponía los moños, que no le quería vender a 'cualquiera'. Finalmente le tuvo que decir que considerando lo horrible del diseño, debería de agradecer que alguien quisiera comprar en semejante lugar.

Paseando por el rancho

Algunas veces que voy por la calle y se me hace bonito el día, me gusta sacar fotos


Una de las cosas que les encanta a los Gringos cuando vienen para acá, es que de 365 días que tiene el año, 350 son soleados. Esta foto la tomé hace como 3 semanas cuando iba saliendo del trabajo y me gustó el colorcito del cielo.






Estas son de otro día en que me tocó estacionarme lejos del trabajo, el cielo estaba mas o menos nubladón pero por lo menos el día no estaba tan feo, eso si, estaba haciendo un calorón!!!

martes, 26 de julio de 2011

Pleito de niños 1987

Me cae mal la gente violenta, cuando tengo desacuerdos con alguien, siempre trato de resolver las cosas por la manera mas diplomática posible, pero hay gente que luego luego, se quiere ir a las manos, gente bien básica y bien primitiva. Tan solo ve como se tratan los niños de hoy en día, usan todo un abanico de insultos que yo cuando era niño jamás los escuché ni de boca de un adulto, amén de que para todo, te quieren hacer alguna maldad.

Esto lo digo porque esta semana es mi cumpleaños y se me ocurrió a manera de broma, comprar una piñata, y como yo soy el mas grande de los divagadores, una cosa llevó a la otra y me acordé de aquélla época en que mi hermana tenía como unos 10 años y se peleó con otra niña vecina de nosotros, la Marimar.

La Marimar llegó al barrio por aquéllos lejanos días de 1986-1987, yo creo que debe haber tenido unos 11 o 12, y aunque era mayor que mi hermana, luego luego se hicieron amigas.

Durante una buena temporada, la Marimar y mi hermana fueron inseparables, apenas salían a la calle y ya se andaban inventando algún juego, además como eran las mas grandes de la cuadra y por lo general eran buenas para entretener, todos la demás chamacada de nuestra calle se juntaba con ellas y les seguía la corriente.

Todo cambió un día en que se pelearon, el otro día le pregunté a mi hermana si se acordaba porqué y me dijo que no, tenía una idea aproximada pero que no estaba segura, el caso es que se pelearon y se dejaron de hablar, y ahí comenzó una manera muy extraña de pelearse.

Otras niñas probablemente se hubieran agarrado a cachetadas, patadas, se hubieran jaloneado del pelo o por lo menos escupido, pero ellas no, eran mas civilizadas. 

Todo comenzó un día en que mi vecino el Luisito y yo, tomamos una vieja caja de zapatos y le echamos corcholatas de refresco, cacahuates y algún dulce desbalagado que andaba por ahí, la sellamos con masking tape y la colgamos de la rama de un árbol y jugamos a que era una piñata. 

De piñata no tenía mas que el nombre, pues la caja era negra, sin chiste y el masking tape (que le robábamos a mi papá de su taller) no ayudaba en mucho. Mi hermana nos vio desde la ventana y nos dijo que trajéramos la 'piñata' y que ella la iba a arreglar, y dicho y hecho, la forró con papel de cuaderno, y le pintó algún dibujito y le echó algunos cuantos dulces y la volvimos a colgar del árbol. 

La condenada piñata fue la sensación esa tarde porque todos los niños que andaban en la calle, corrieron luego luego a formarse en la fila para pegarle. Como mi hermana era la mas grande de los que estaban ahí, era la encargada de organizar el revorujo, y claro, a la Marimar ya no le gustó no ser la mas popular, así que al día siguiente, ahí estaba ella, en el porche de su casa, también con una caja de zapatos, decorándola y mandó a su hermana la Brendi (tenían nombres muy raros todas ellas) a decirles a todos en la cuadra que esa tarde iba a haber piñata afuera de su casa.

Mi hermana de inmediato dijo -Ash, méndiga plebe envidiosa! Pero va a ver!- y puso manos a la obra. 
Ese día yo había acompañado mi papá a entregar unos motores que le habían encargado que embobinara, pero a mi me gustaba ir con él porque en esas bodegas trabajaba mi padrino y siempre que me veía me daba dinero jejejeje. El caso es que mientras andaba por allá en las bodegas, me encontré un rollo de cinta de esa que usan para señalizar, y me lo traje para jugar acá en la casa sin saber que mi hermana pronto le iba a dar buen uso. Como no había nada mas con que hacer una piñata, mi hermana fue a un abarrote donde le regalaron una caja vacía de cartón, misma que  envolvió con la cinta y con unas tijeras le empezó a hacer cortes para que parecieran barbitas, luego le pegó algunos pedazos de papel de colores y listo, una piñata para competir ese día.



Esto se estuvo prolongando durante varios días. Mi hermana no gastaba el dinero que le daban para la escuela porque con eso en la tarde se iba a la papelería a comprar papel lustre, papel de china, papel metálico y lo que necesitara para hacer una piñata en condiciones. 

En esos días hasta se las ingenió para aprender a hacer 'engrudo' a escondidas de mi mamá para no gastar en pegamento. También le dio por irse preparando con varios días de antelación, compraba globos, y los forraba con pedazos de papel periódico untado con engrudo y los ponía a secar al sol, y ya cuando estaban listos,  se reventaba el globo y ya quedaba una cáscara de papel periódico que servía para hacer el cuerpo de la piñata.

Todos las tardes (después de hacer la tarea), mi hermana y un par de amiguitas solidarias salían al porche de la casa, con papel de china, las cajas de cartón, masking tape, periódico y lo que hubiera a mano. La Marimar hacía exactamente lo mismo pero del otro lado de la barda. Había en la cuadra, otra niña, la Lupita,  que era mas o menos neutral en el pleito, es decir que le hablaba a las dos, y ella era la encargada de estar llevando y trayendo los chismes entre una casa y otra.

Por ahí cuando eran las 6 de la tarde, salían a la calle cada cual con una piñata terminada, y ganaba la que juntara mas niños haciendo fila para pegarle a la piñata.

Ya con el tiempo perdieron el interés, además de que no era buen negocio quedarse sin gastar en la escuela para comprar materiales para hacer una piñata con la que al final de cuentas otros eran los que se divertían.

Ya hace fácil unos 25 años de eso, pero todavía me acuerdo bien de los detalles, y sobre todo celebro que a pesar de haber sido enemigas durante AÑOS, mi hermana y la Marimar definitivamente se mostraron mas civilizadas que mucha gente adulta que conozco.

Y tu te peleaste de algún modo poco usual alguna vez?

lunes, 25 de julio de 2011

Me chocan las alergias :-(

Ahorita ando todo incómodo, estornude y estornude y la nariz escurre y escurre, bueno, eliminen eso último, demasiada información.

Llevo desde que llegué aquí al trabajo con el malestar, no creo que sea gripa porque no me duele el cuerpo, ni tengo fiebre, ni me duele la garganta, por lo que estoy bastante seguro que ha de ser alergia al polvo.

Y es que en estos días ha estado haciendo un calor nefasto, y el aire acondicionado en la casa no estaba funcionando bien porque no le habíamos dado mantenimiento. Ayer en la noche lo dejé encendido desde media hora antes de irme a dormir, y cuando entré apenas si se notaba la diferencia y eso que lo tenía en 18°C.

La razón era que el radiador frontal estaba completamente tapado por el polvo, el filtro que trae se quita y se lava, pero de todas maneras el 'panal' se tapa. Hoy en la mañana, me di a la tarea de tomar un cepillito y limpiarlo concienzudamente. Lo ideal hubiera sido bajar el aparato, desarmarlo y lavarlo con agua a presión, pero ya era tarde y yo tenía que entrar a trabajar, además de que no tenía el químico que se le echa a los radiadores para limpiarlos y que quedan como nuevos. Pagarle a los del taller de la vuelta, imposible, me sale mas barato dar en enganche de un aire nuevo en alguna mueblería.

El caso es que entre la cepillada y la limpieza he de haber agarrado polvo y por eso llevo con el malestar todo el día, a ver si mejor me consigo una mascarilla para la próxima temporada, mientras tanto, achúuuuuuuuuuu!

jueves, 21 de julio de 2011

No somos nada :-(

Hoy es uno de esos días en que me siento down, con el ánimo afectado y casi a ras del suelo.

Ayer estaba plácidamente chacoteando en la casa, creo que estaba viendo Two and a Half men, cuando suena el teléfono. Era el papá del Vikingo de Bolsillo (roomie)  que le avisaba que había fallecido un vecino de ellos allá en Chihuahua.

Al principio no caía en cuenta, pero recordé que me había contado de uno de sus conocidos del barrio, compañero de la universidad y mejor amigo de su hermanito el Charlie, hacía días que estaba mal y no sabían que tenía.

El primer médico con el que fue le diagnosticó hepatitis, pero que no parecía ser eso, pues el Charlie también tuvo hepatitis apenas en diciembre pasado (por andar comiendo carne de llama en Bolivia dijo) y los síntomas no se parecían, además de que este amigo se veía definitivamente mas jodido. El caso es que hasta con el cardiólogo fue a dar y pues que mal, mal y mal, no se componía. Yo creo que apenas antier me dijo que le habían sacado casi un litro y medio de líquido de no recuerdo donde (solo se que ahí no se supone que uno deba tener tanto líquido) y que seguía mal. Y de repente, que se nos va.

A mi me impresionó mucho la noticia, y eso que ni conocía al pobre muchacho, pero me pesó terriblemente, tenía apenas 23 años, acababa de terminar su carrera y pues tenía toda la vida por delante, y de la nada, zaz! al día siguiente ya no estás. Si este chico hubiera sido de esos que se dedican a los deportes extremos, o hubiera andado con el ejército en Irak o Afganistán pues igual y no hubiera caído tan de sorpresa, pero no es de esperarse que en estos tiempos, alguien de apenas 23 años, en la flor de la edad, pesque un bicho y en cuestión de semanas se vaya de este mundo.

Lo siento también por el pobre Charlie, se le fue su mejor amigo.

No somos nada.

miércoles, 20 de julio de 2011

Jugando a las escondidas

Hace ya algunos ayeres...entre 18 y 20 años atrás, en mi barrio había muchos niños. Por muchos me refiero a MUCHOS, en serio que muchos, parecía que todas las señoras se habían puesto de acuerdo para parir a todos sus hijos en un promedio máximo de 5 años entre 1977 y 1982. En aquél entonces, el barrio era un lugar muy alegre con tantos niños que jugaban en la calle después de comer y hacer la tarea. Eran otros tiempos en que era  relativamente seguro que los niños estuvieran afuera jugando en la calle, no había que preocuparse (demasiado) por secuestradores, roba-chicos, vendedores de droga y cosas de esas, a lo mucho alguno que otro pandillero, pero esos se juntaban en lugares específicos y casi siempre ya muy noche, así que nosotros teníamos carta blanca para salir a la calle toda la tarde con las únicas condiciones de no irnos muy lejos y volver a la hora de la cena.

Uno de nuestros juegos favoritos eran 'las escondidas', casi que llegó a ser la tradición, de 7 a 8 de la noche, todos los días, se jugaba a eso. Era muy chido porque conforme fue pasando el tiempo todo mundo se aprendió los escondites mas obvios, así que había que aventurarse a salir mas y mas lejos o a ser mas original en cuanto a donde nos escondíamos. Ya era prácticamente inútil esconderse detrás de las plantas de Doña María, o arriba del árbol de mi vecino Moisés, o detrás de los autos chatarra del Nato, pues cuando nos tocaba a nosotros salir a buscar, era a los primeros lugares donde echábamos el ojo. El único lugar donde no valía esconderse era adentro de una casa, pero de ahí en fuera, nos escondíamos en donde nos diera la gana.

En una de tantas veces que corrí a esconderme, di con un lugar bastante bueno, que si estaba medio lejos (en aquél entonces se me hacía lejísimos) pero donde podía ver sin ser visto, era el porche de casa de Doña Conchis, como casi nunca había nadie en su casa, lo mas probable es que no les fuera a molestar si nos escondíamos ahí.

El lugar era tan bueno que nunca me encontraban a la primera, lo malo es que para poder ver al que nos andaba buscando, tenía que asomarme por encima de una bardita que había. En aquél entonces yo no estaba tan alto, así que siempre que quería asomarme, tenía que subirme encima de la llave del agua que estaba fuera.

Ya anteriormente les conté que yo era mas o menos gordito, y una llave del agua si bien me había aguantado algunas veces, no significaba que fuera indestructible.



Un día, nos vió la Lorena (creo que así se llamaba) la hija de Doña Conchis, y por supuesto, montó en cólera cuando me vio que me andaba subiendo en la llave del agua. Nos corrió de ahí a gritos con la promesa de que si nos volvía a ver subidos en la tubería de la llave nos iba a arrojar agua hirviendo.

Yo tendría unos 9 o 10 años, pero ya sabía que la carne humana y el agua hirviendo no se llevaban bien, así que mi amigo Moisés y yo fuimos y le dijimos a mi mamá que la Lorena nos había dicho que nos iba a echar agua hirviendo si nos veía escondidos en el porche de la casa (nunca le dijimos que era porque nos subíamos en la llave del agua). Mi mamá por supuesto que se enojó, maldijo, lanzó improperios y nos dijo hasta de lo que se iba a morir la Lorena, pero igual, nos dijo que no nos volviéramos a esconder ahí, para que buscarnos mas problemas.

Nosotros claro está, no hicimos caso. Pasaron los días y volvimos a jugar a las escondidas, y se nos hizo fácil volver al porche de Doña Conchis. El único problema, fue que esta vez, la llave ya no aguantó. En una de esas que me subí a ver si ya andaba cerca el que nos andaba buscando, la tubería cedió. Lo peor del caso, es que esa era la llave principal de la casa, no había modo de cortar el agua porque esa era la llave de paso. Ahí como pudimos volvimos a medio encajar la tubería que se había desprendido y pusimos los pies en polvorosa y hasta nos metimos temprano ese día.

Lo malo fue que las niñas odiosas de la casa de al lado, a.k.a las pulgas,  nos habían visto y claro, nos dijeron que nos iban a acusar con la Lorena. Yo nomás de acordarme del agua hirviendo y de que mi mamá me había dicho que no volviera a esconderme ahí, sentía terror, mas que nada porque sabía que a la mejor me iba a escapar del agua hirviendo, pero de la tunda que me iba a dar mi mamá no.

Esa noche ni siquiera dormí agusto, pensando en que al día siguiente iba a estar ahí Doña Conchis o la Lorena para reclamarle a mi mamá que le habíamos roto la llave de la casa y que se estaba haciendo un tiradero de agua. Sin embargo, esa mañana, no fue a reclamar nadie. En la tarde que llegué de la escuela, ya estaba esperando que cuando llegara a casa, mi mamá ya iba a estar con el cinto en la mano, pero tampoco.

Llegó la tarde y salí a jugar no sin la preocupación de que en cualquier momento iba a salir la Lorena con su cubo de agua hirviendo. Le dije al Moisés que se me hacía raro que todavía no hubieran ido a mi casa a reclamar por lo de la llave y me dice:

-Ah no te preocupes, ya me encargué de eso.
-Y cómo le hiciste?
-Te acuerdas que nos vieron las pulgas cuando rompiste la tubería?
-Ajá
-Pues no nos acusaron.
-Y porqué no?
-Porque después de que te fuiste, yo salí y volví a alborotar a los plebes para jugar a las escondidas otra ve y convencí al Ricky (otro niño mas chico de la cuadra) de que se escondiera en casa de Doña Conchis.
-Ajá
-Las pulgas ya se habían metido, y la casa estaba oscura, así que la Lorena todavía no llegaba del trabajo y no se veía el reguero del agua, así que reté al Ricky a que no se animaba a subirse en la llave del agua, el tonto va y se sube y claro que la llave se vuelve a romper, y ya se hizo el escándalo y salieron las pulgas, y te querían echar la culpa a ti, pero les dije que ya habían venido tu papá y tu a soldar otra vez la llave y que el Ricky la había vuelto a romper.
-Y se la creyeron?
-Si porque le dijeron que lo iban a acusar y se puso a llorar y también le dije 'Ricky! vas a tener que pagar quien sabe cuantos millones para que arreglen la llave, y si no pagas, van a matar a toda tu familia!-

Debo admitir que en aquél momento me sentí aliviado de que ya no me iban a echar la culpa a mi, tampoco sentí lástima por el Ricky porque sabía que era absurdo que fuera a costar millones de pesos el reparar una llave y todavía mas absurdo que fueran a matar a su familia por algo tan trivial (en estos tiempos tan violentos en mi natal Sinaloa, no me atrevería a afirmar lo contrario).

Nunca supe en que terminó ese asunto de la llave porque jamás volví a poner un pie en el porche de Doña Conchis, y como tampoco me juntaba con las pulgas, tampoco me enteré del chisme que vino después, eso si, al Ricky no lo vimos salir a la calle en varios días, supongo que lo castigaron, aunque no creo que le haya venido de mas, a pesar de ser tan chico, era TREMENDO, como su papá y su mamá trabajaban, su hermano era un vago consagrado y su hermana iba que volaba para la marcha, no había quien estuviera al pendiente de él y se la pasaba haciendo maldades jejeje

Tu alguna vez dejaste que culparan a alguien de algo que tu hiciste? Yo sí :-P, pero juro que fueron puras cosas pequeñas!

jueves, 14 de julio de 2011

Gente Idiota!!!

OJO: NO ESTOY GENERALIZANDO, es una anécdota que me pasó el día de hoy.

Me fastidia la gente idiota,  me ponen mal y de malas, me arruinan el día y hasta la comida.

Alguna vez mencioné que yo trabajo en un hotel acá en Los Cabos, para fortuna mía, es rara la vez que tengo que tratar directamente con los huéspedes. Eso habla bien de mi departamento porque significa que tenemos todo funcionando en orden y al 100%. Sin embargo, a veces llega a pasar algún asunto menor y siempre tratamos de resolverlo a la brevedad posible. Hoy no fue una de esas veces.

Estaba aquí en la oficina pensando en la inmortalidad del cangrejo cuando suena el teléfono y era la operadora, me comenta que un huésped se encontraba en la recepción, muy molesto porque no se podía conectar con su laptop al internet. 

Es de las reglas del hotel que no se pasan llamadas de huéspedes directamente a los departamentos, pero en este caso, el chico de recepción apenas tiene 2 semanas aquí y lo mas probable es que no supiera, así que sin decir agua va, me lo pasó.

El huésped de entrada estaba histérico, abrió con la pregunta retórica de 



-SEÑORITA, DÍGAME PORQUÉ SE COMPLICAN TANTO?!
-Perdón???
-SEÑOR, PORQUÉ SE COMPLICAN TANTO?
-Dígame, en que le puedo ayudar?
-PORQUÉ HACEN TAN COMPLICADO ALGO TAN SENCILLO DE RESOLVER? EL SEÑOR AQUÍ ES UN MUY BUEN MENSAJERO PERO NO ME ESTÁ AYUDANDO, PORQUE TENGO QUE ESTAR HABLANDO A TRAVÉS DE UN TERCERO?!!
-Señor, primero que nada, le voy a pedir que  NO ME GRITE, me dice por favor en que le podemos ayudar?
-NO LE ESTOY GRITANDO!!! USTED ES EL QUE ME LEVANTÓ LA VOZ!!! ADEMÁS YO NO SÉ PORQUÉ NO PUEDE ALGUIEN VENIR A DECIRME PORQUÉ NO ME PUEDO CONECTAR CON CABLE SI ES LA COSA MAS COMÚN DEL MUNDO Y USTED LO SABE!!!
-Señor, estoy tratando de ayudarle y nuevamente le pido por favor que no me grite. Me informa la operadora que usted se pudo conectar en el área de la alberca con el Wi-Fi pero que en su habitación no se puede conectar con el cable, es esto correcto?
-SI, YA LE DIJE QUE NO ME PUEDO CONECTAR. PORQUÉ NO PUEDE VENIR USTED ACÁ O POR LO MENOS DECIRME DONDE ESTÁ USTED PARA IR YO.
-Señor, si el internet que no funciona es el de su habitación, necesitamos hacer las pruebas allá.
-YO NO TENGO PORQUÉ IR A NINGUN LADO, USTED DEBERÍA DE VENIR AQUÍ A LA RECEPCIÓN, SI ESTOY VIENDO QUE HAY CONEXIONES EN LA PARED, ACASO NO ME PUEDE CONECTAR DE  AHÍ?!!***
-No señor, lo lamento, el internet que tenemos en la recepción es de una red administrativa donde tenemos prohibido conectar otras...
-NO ME VENGA CON TONTERÍAS, YO SE QUE AQUÍ HAY RED Y CLARO QUE ME PUEDO CONECTAR.
-Señor, le repito que la red que tenemos en oficinas es de otro tipo, si usted quiere que revisemos el porqué no se puede conectar con su laptop en la habitación, necesito revisar el problema en su villa.
-SABE QUE? QUE PÉSIMO SERVICIO DAN, ESO ES NO QUERER AYUDAR A LA GENTE
-Señor, si gusta puede subir a su villa y llamarle a la operadora cuando esté allá y con todo gusto le auxiliamos con el problema
-NO, LO QUE USTED NO QUIERE ES VENIR, PERO BUENO, YO ME COMUNICO MAS TARDE   PARA VER SI USTED O ALGUIEN MAS ME QUIERE 'HACER EL FAVOR' DE ATENDERME!!!- y zaz! me colgó el teléfono.

En serio, que coraje me dio, es un sentimiento de impotencia de no poderle gritar y decirle lo que se merece al imbécil ese. Para colmo era mexicano. Yo no entiendo porqué a muchos compatriotas siempre les sale lo prepotente, lo grosero, lo pedante, enseñan el cobre y el código postal. Eso mas que mostrar que tienen dinero o poder, deja ver que tienen una muy pobre educación.

No es que los extranjeros sean mejores, hay de todo en la viña del Señor, pero les puedo asegurar que han sido infinitamente menos los problemas que he tenido con los gringos-canadienses-europeos-asiáticos que con los mexicanos. Probablemente sea algo cultural, que aunque estén encabritados, guardan la compostura, te exigen igual que les soluciones un problema, pero no te gritan, no tratan de intimidarte ni se portan prepotentes.

En mi caso tal vez sea porque todos mis empleos siempre han sido en sector servicios y tiendo a ser empático con los trabajadores del ramo. Las veces que me quedo en hoteles, que voy al supermercado o a comer fuera, siempre pido las cosas de buen modo, por favor y siempre siempre doy las gracias aunque el servicio no haya sido tan bueno. Pero parece que hay gente que gusta de distinguirse por ser grosera y poco razonable.

Por cierto, platicando con mis roomates, que todos trabajan en hotelería, me cuentan historias igual de irritantes, y todas protagonizadas por algún compatriota chocante, pedante, prepotente y mamón. Y luego porqué siempre que llegan mexicanos los recepcionistas, los bellboys y los concierge dicen:

-Mexicanos??...ash! me chocan!





***De hecho no, no se puede conectar, lo tenemos estrictamente prohibido por el corporativo, en el momento en que se nos ocurra conectar una pc ajena a la empresa, luego luego brinca una alerta en el servidor de red y nos hacemos merecedores a una investigación y a una sanción que va desde 3 días en casa sin paga hasta el despido, y obvio, le tengo mas miedo a quedarme sin trabajo que a un huésped neurótico del otro lado del teléfono.

martes, 12 de julio de 2011

El día que mi mamá perdió sus poderes

Hubo una época cuando yo era exageradamente crédulo.

Cualquier cosa que alguien viniera y me contara me la creía, que vampiros, que muertos vivientes, que la mujer blanca que les enterraba las uñas en el ombligo a los niños, que la llorona, que la Virgen de Guadalupe, que Carlos Salinas de Gortari y Solidaridad, etc, etc.

Una de las personas a las que les creía absolutamente TODO era a mi mamá. Si mi mamá me decía que no hiciera algo porque iba a abrirse el cielo y me iba a caer un rayo, no lo hacía porque estaba segurísimo de que iba a ver como el rayo caía y me partía en dos. Si mi mamá me decía que no encendiera la televisión porque me iba a salir el diablo, pues faltaba mas, no la veía y punto.

Sin embargo, todo cambió uno de esos días que menos se lo espera uno.

Resulta que un día, mi papá fue a recogerme a la salida del colegio. Como venía de mi casa, mi mamá le había pedido que llegara de pasada al supermercado a comprar algunas cosas que le faltaban para la comida.

Ir al supermercado con mi papá siempre era una experiencia agradable por dos razones. La primera es que mi papá tenía gustos de niño goloso, es decir, le encantaban los dulces, los chocolates, las papas fritas y cuanta cochinada hubiera disponible en un anaquel de supermercado. La otra, es que tenía (y posiblemente tiene todavía) el corazón de pollo, no soportaba que le dirigiéramos una mirada triste e inmediatamente hacía lo que pudiera para alegrarnos. Por tanto, ir con mi papá al supermercado, siempre significaba que me iba a comprar cualquier chuchería que yo quisiera y que mi mamá no se iba a enterar y por tanto no me la iba a quitar. (Ya les conté anteriormente ciertos issues que teníamos mi mamá y yo con la comida).

Y resulta que en esos lejanos días de 1994, la Sabritas había sacado unas papas nuevas al mercado, se llamaban 'Crunch Tators', venían en sabor jalapeño, a las brasas y supongo que adobadas. Lo mejor, era que no las vendían en tamaño chico, así que mínimo, era que me compraran la bolsa grande y si tenía suerte, la Jumbo.



Entramos pues al VH Presita (Ya no existe con ese nombre) y mi papá fue por las cosas de la comida, y cuando llegamos a la caja, puse mi mirada mas lastimera y le dije:

-Papi, me compras unas papas? :-(
-Échalas pues- a mi papá no le gustaba negarle algún antojo a sus hijos y menos un viernes.

Y yo bien contento con mis papas Crunch Tators sabor Jalapeño con queso. Me acuerdo bien que apenas salimos de la tienda y las abrí (la costumbre de comer rápido para que no me quitaran las cosas). Mi papá me vio y me dijo que las guardara para mas al rato porque todavía no habíamos comido (como si se me fuera a quitar el hambre).

Llegamos a la casa y mi papá dejó las bolsas del mandado en la mesa, mi mamá ya sabía que mi papá era débil cuando de sus hijos se trataba, y me preguntó:

-Qué compraste?
-Mi papi me compró unas papas
-Unas papas? de cuales?
-eeeerrr, unas Crunch Tators
-Ah mira que bien, a ver dame
-No
-Cómo que no?
-No, no le voy a dar.
-Ahora resulta que no me vas a dar? Si no te estoy preguntando si quieres, te estoy diciendo que me des de las papas! - yo ya sabía que una vez que mi mamá tuviera en sus manos esas papas yo jamás las volvería a ver, con un poco de suerte, me iba a dar una mínima parte del contenido de la bolsa, porque para variar yo estaba 'muy gordo' según su criterio.
-NO! - le dije y dicho esto salí disparado al piso de arriba y las escondí bien.

Cuando bajé, mi mamá estaba visiblemente enojada, y por supuesto que no se podía quedar con las ganas de regañarme y me dijo:

-Pero vas a ver, por egoísta, se te van a echar a perder! cuando subas por ellas, van a estar ENGUSANADAS!!!! - nomás faltó que rompiera en una carcajada siniestra y se escuchara el estruendo de un rayo al fondo.


Me senté a comer, no sin la preocupación de que efectivamente cuando fuera mas tarde por las papas, las iba a encontrar retacadas de gusanos. Mi mamá siguió molesta y ya no me habló durante la tarde.

Cuando terminé de comer, subí a hacer la tarea. Mas o menos por ahí de las 3, mi mamá subía a ver 'El show de Cristina' en Univision o el de 'María Laria' en Telemundo, pero ese día yo creo que no tenía ganas de ver los temas del día, 'Mi marido me engañó con mi mejor amigo' o 'Soy un ex satanista', porque no subió, así que yo aproveché para ver las caricaturas y fui por las papas a donde las había escondido. 
Cuando las tuve en mis manos, les juro que estaba con el temor de que al abrir la bolsita, me fuera a salir algún bicho, pero no, las papas estaban tal cual, con su apetitoso olor a queso y jalapeño. En verdad que estaba en shock, no podía creer que la maldición de mi mamá no hubiera afectado a las papas, y miren que lo había dicho con mucho coraje. 

Si mi mamá no podía hacer que unas papas se engusanaran, era evidente que Diosito no estaba de su lado, y vayan ustedes a saber cuantas otras cosas que me había dicho eran mentiras...

Ese día mi mamá perdió el poder que tenía sobre mi de asustarme, nunca mas volví a creer en ninguna de sus profecías apocalípticas y porsupuesto, no volví a dejar que me quitara la comida jejejeje

No vuelvo a andar en calzones en la casa

Hoy en la mañana me levanté tarde, yo creo que deben haber sido por ahí de las 10:30 cuando terminé de despertar. Como es mi casa y no había nadie, andaba bien agusto con la pijama, o sease, boxers y una camiseta vieja. Prendí la tele y me puse a ver Ugly Betty y como me acordé que tenía ropa sucia, puse una carga en la lavadora. Cuando regresé a la sala, me llegó el olor de los trastes sucios y  -bueno, ya qué, los voy a lavar- pensé. 

Terminé de lavar los trastes y ahora las tarjas del fregadero se me hicieron muy cochambrosas, así que si ya estaba en eso, pues bueno, las voy a limpiar. Fuí por el Easy Off BAM y rocié las tarjas a ver si con eso se le caía el jabón pegado y la mugre. Levanté los ojos y vi la ventana de la cocina que también estaba muy sucia, así que ahí les voy por el windex y un trapito para limpiarlo. En esto estaba cuando de la nada veo que se mete un pelafustán ahí al patio. Primero pensé que podía ser alguien que la señora que vive en la casa de arriba había contratado para que le limpiara el patio, pero ya fijándome bien, me doy cuenta de que el cabr*n se había echado al hombro una batería de auto que tenía yo en el patio. La batería era vieja, yo la había cambiado el año pasado, pero eso no le da ningún derecho a cualquier hijo de p*ta a meterse y robarse las cosas. Le grité -chhhtt!! chhhttt!!!- pero el che ratero ni siquiera volteó. Así que no muy convencido me lanzo a la puerta del frente para salir y justo en eso recuerdo que andaba en calzones! Y pues ya ni modo de salirme así a la calle y menos si las cosas se ponían feas.

El pelafustán muy facilito se brincó la barda de la casa, mas simbólica que práctica, y ya afuera estaba otro tipo que traía unos tubos de algo dentro de una bolsa. Y se fueron caminando como si nada, con mi batería vieja en el hombro, misma que espero que haya estallado por el calor y le haya caído en la cara, nomás para que se le quite lo ratero.

Le llamé a la policía mas por cuestión de principios que porque me importara la batería, pero ya se imaginarán como es esta institución en México. Para empezar, el número de emergencias lo contesta alguien sin la menor vocación de servicio, casi juraría que oí a la mujer que contestó hojeando un catálogo del Mary Kay o peor, de zapatos Andrea mientras me tomaba la llamada. Cuando le dije que es lo que pasaba me dice:

-Pero por qué calle fue?
-Acá por la calle Paseo Finisterra por donde están la Taquería fulana (seee, es un horror, aquí todo se tiene que dar por señas). 
-Aaah no, eso es en San José, aquí estamos en Cabo San Lucas, deja te transfiero con la comandancia de allá- y así sin mas me pone en espera. Por allá a las quinientas me contesta otro operador aquí en San José y ya le tuve que volver a repetir la historia.

Estoy bastante seguro que si estas personas me hubieran pedido la batería yo se las hubiera dado, al fin y al cabo a mi no me sirve de nada, pero me encabrita que haya gente que porque se dice pobre se siente con derecho de ir y apropiarse de las cosas ajenas. Estarán afuera y no servirán, pero siguen siendo ajenas. Con ese criterio que tienen al rato se van a querer llevar la manguera porque está afuera, el tinaco porque está afuera, la bicicleta del niño porque también está afuera, etc, etc.

Ahora me dieron mas ganas todavía de comprarme un perro de esos grandes, como un doberman o un pastor alemán. Antes no teníamos ese problema con la gente vagabunda porque la señora que vivía enfrente tenía como cincuenta mil perros y armaban un escándalo cada que pasaba alguien extraño por la calle. A mi al principio me ladraban igual, pero con el tiempo me llegaron a querer mucho porque les compraba croquetas y chucherías. En fin, que será mejor? Un perro bravo? Un perro escandaloso? o un perro bravo y escandaloso?

Por lo pronto, de ahora en adelante, aunque esté en mi casa, por lo menos pantalones cortos para hacer el negocio de la casa!

domingo, 10 de julio de 2011

La panza y yo

En aquéllos cada vez mas lejanos tiempos en los cuales yo era todavía un niño, siempre tenía hambre.

No es que en mi casa no hubiera qué comer, al contrario, algo que jamás faltó, fue eso, comida. Lo malo de este asunto, es que no estaba a mi alcance la mayoría de las veces.

Desde que tengo memoria, yo siempre he sido cachetón, gordito, aunque nunca fui consciente de ello sino hasta que tuve unos 7 años, y no porque en la escuela me hicieran burla, sino mas bien porque mi mamá nunca me dejó olvidarlo.

Mi peso jamás había sido un impedimento para que yo tuviera amigos en la escuela, o para jugar en la calle por las tardes, pero un día, a mi mamá le dio por preocuparse por su propio peso y por añadidura del de todos los demás en casa.

Estaría yo en segundo de primaria cuando a mi mamá le dio por entrarle a eso de las dietas. Se pusieron de acuerdo ella y unas vecinas para bajar de peso, y fueron donde un 'dietólogo' que les dio un menú para la semana que rayaba en el de un campo de concentración y adicionalmente les dio unas pastillas.

Lo que este supuesto doctor no les dijo, es que las pastillas eran anfetaminas (en aquél entonces ni se sabía que era eso, para la gente las únicas drogas conocidas eran la marihuana y la cocaína), que si bien inhibían el apetito, tenían ciertas consecuencias.

Obvio, cuando mi mamá se dio cuenta de que no podía dormir, que siempre andaba con sed, que le daban ganas de orinar a cada rato, que de repente se le aceleraba el corazón y demás, las dejó. Lo malo, fue que empezó a subir de peso, antes de esa condenada dieta ella jamás había estado pasada de peso, eran ideas que se le habían metido en la cabeza, pero ahora si estaba empezando a engordar.


La solución a este nuevo problema llegó cuando unos conocidos de mi familia, se habían metido en esa onda del jogging, y a mis padres les pareció una buena idea. 

A mí en cambio, me gustaba mas leer que andar correteando en la calle o ver la tele por las tardes que estar afuera gritando como demente con los demás niños del barrio, digo, si salía y todo, pero ya mas tardecito Además, aunque no era precisamente delgado, tampoco me parecía al niño gordito que sale en 'Up!'.



Sin embargo, para mi mamá era inaceptable que yo tuviera unos cuantos kilos de mas, y siempre trataba de que yo los acompañara cuando iban al parque a correr, yo a veces iba y me la pasaba jugando en vez de hacer ejercicio, así que jamás perdí un solo gramo gracias al ejercicio.

A eso agréguenle que constantemente me recordaba 'lo gordo que estaba' con frases tan alentadoras como:

-Pareces barril
-Pareces cochito (cerdito)
-No te da vergüenza esa panza que tienes?
-Al rato te voy a tener que comprar pantalones de adulto porque los de niño ya no te van a quedar!
-Tienes panza como la de Vittorino

También estaba el detalle de que mi mamá literalmente me quitaba la comida de la boca. Cuando desayunaba, comía o cenaba, me daban la comida MEDIDITA, nada de repetir, con lo que me servía mi mamá tenía que ser suficiente. Obvio que a veces yo en serio me quedaba con hambre, pero para mi mamá, querer comer mas era solo 'gula'. 

Esta situación se prolongó por años, en los cuales yo siempre anduve de 'muertodehambre', aprovechando cualquier oportunidad para comer lo que fuera cuando pudiera. Y así empezó que en las tardes comía a escondidas de lo que hubiera en el refrigerador o en la alacena, claro, mi mamá se daba cuenta y en mas de una ocasión me castigaron por ello.

La verdad es que si era algo muy humillante, siempre tener hambre y tener que comer a escondidas. Mi mamá llegaba al extremo de esculcarme la mochila cuando regresaba de la escuela para ver si no traía galletas o papas fritas guardadas ahí. Si me mandaban a la tienda a comprar algo, de regreso me esculcaban la ropa para ver que no hubiera comprado algo que comer. Con el tiempo aprendí que cuando compraba algo en la tienda y no quería que mi mamá se diera cuenta, antes de entrar a la casa, lo arrojaba hacia la ventana de la habitación que había dejado abierta, así cuando entraba, mi mamá no escuchaba el 'trac trac' del celofán y después subía a mi cuarto y recogía las galletas, las papas o lo que fuera que hubiera comprado y por supuesto, a comerlo lo mas rápido posible.

A pesar de todas las restricciones que enfrenté, jamás fui delgado, ni en la primaria, ni en la secundaria, ni en la prepa, siempre tuve mi pancita, no estaba obeso, pero definitivamente no era atlético.

Hoy en día a mis casi 30 años sigo en las mismas, jamás he tenido esa delgadez y a veces creo que simplemente mis genes no están de mi parte en ese lado, siempre batallando por el peso y las tallas, pero por lo menos ahora si no estoy hambreado jejeje

Dejando cosas a medias...

Algo que me pasa muy seguido, es que veo algo que me impresiona o que me gusta, y luego luego se me pone la idea de aprenderlo. Lo malo es que a veces empiezo y no termino, estas son algunas de las cosas que siempre quise saber hacer, pero nunca terminé de hacerlas o ni siquiera empecé.



-Aprender francés desde que pasaban esa caricatura de 'La Burbuja azul' (Clementine) y me gustaba la cancioncita a la que no le entendía ni madres. Hace unos 3 años compré un cursito de esos en CD, pero no pasé del primero, me aburrió terriblemente. Lo intenté también con Rosetta Stone y también lo dejé.



-Aprender a hacer flips, flic flacs, marometas, vueltas hacia atrás o como ustedes las conozcan. Con mi peso y mis nulas habilidades atléticas nunca llegué a hacer algo mas que una 'rueda de carro', eso si, llegué a ser mas o menos flexible y fanático de la gimnasia en las olimpiadas, tengo cualquier cantidad de VHS grabados y algunas decenas de DVDs.



-Bailar break dance (jaaaaaaaaaaaaaaa!), esto ni siquiera empecé.

-Aprender a tocar la guitarra. Si lo intenté pero mi papá era en aquél entonces una persona con muy poca paciencia y mejor lo dejé.

-Aprender a tocar el piano. Una vez en navidad nos amaneció un teclado Casio, pero como Bugs Bunny, solo tocaba con un dedo algunas melodías simples, de ahí en fuera jamás he sabido tocar ni media canción.

-Aprender sueco. Una vez vi una película medio extraña, la agarré a medias así que no supe muy bien de que trataba. Era de una chica au pair sueca llamada Maja, que vivía en Inglaterra cuidando a un niño británico. Cuando se le termina el contrato (o la despidieron, la película no estaba subtitulada y yo no hablaba inglés) el niño se escapó de casa y se fue tras ella siguiendola. Ella solo se da cuenta de que el niño se había escapado cuando ya habían llegado a Suecia. Total, que ella sigue su camino y van desde Estocolmo hasta una ciudad muy al norte llamada Kiruna, lo malo, es que en Inglaterra, la acusaban de haber secuestrado al niño, etc, etc, etc. Jamás supe como se llamaba esta película pero desde entonces me interesó saberlo todo sobre Suecia y porsupuesto aprender el idioma. En aquéllos tiempos en que no había google, ni wikipedia, ni rosetta stone, un miserable capítulo sobre Suecia en mi enciclopedia temática no ayudaba de mucho. El caso es que hace unos 3 meses igual, también bajé el Rosetta Stone para sueco, pero por angas o por mangas tampoco llegué mas allá de la lección 20, ahora hasta los colores se me olvidaron jejeje

-Aprender a tocar la batería. Para cuando estaba en la adolescencia solo había modo de aprender eso con el grupo de alabanza de la iglesia donde iban mis padres. Y para acceder a darme a algunas lecciones, los del grupo me pedían por lo menos 3 horas dos veces entre semana y toda la tarde del sábado, porque no nomás era ir y a ver siéntate y pégale aquí y acá. No, era ir y pasar tiempo en oración, y en estudio bíblico, etc, etc.
Por si fuera poco, también tenía que apuntarme 'voluntariamente' en alguna otra actividad de servicio, como la limpieza del lugar, mantenimiento, cuidar niños, etc. Conclusión, nunca aprendí a tocar la batería, y ahora que lo pienso, ni siquiera recuerdo porqué tuve la inquietud de aprender.

-Aprender a cocinar. Mi mamá JAMÁS me quiso enseñar a cocinar cuando se lo pedí. Tendría yo unos 13 o 14 años y simplemente se rehusó. Me acuerdo que me dijo que mejor fuera al taller con mi papá a que me enseñara a arreglar lavadoras, refrigeradores o a embobinar motores. 
Yo creo que hasta la fecha mi mamá se arrepiente de no haber pasado mas tiempo conmigo cuando pudo, pero tenía ella la idea de que los chicos deben aprender a hacer cosas de 'hombres'. Si supiera mi mamá que en un hotel donde yo trabajé, al Chef Ejecutivo le pagaban $9000 USD al mes (una pequeña fortuna en México) y al Gerente de Mantenimiento solo le pagaban cuando mucho  $4000 USD, en fin, sorpresas te da la vida. Hoy en día mas o menos se me da la cocina, o bueno, seguir recetas, pero por lo menos ya no como solo sándwiches y quesadillas, y los roomates están de acuerdo en que la comida que cocino si me queda buena.

Esas son una de las pocas cosas que me pude acordar por el momento, ahí luego a ver que otras me vienen a la memoria. Y tú que has dejado a medias?



martes, 5 de julio de 2011

De cosas escatológicas

Siempre he admirado lo transparentes que son los niños. Cosas que uno no se atreve a decir aunque sean evidentes, los niños las pueden decir sin la menor de las vergüenzas porque para ellos es de lo mas natural decir lo que piensan o hacer lo que quieren.

Una de las cosas que los niños no tienen empacho en decir es que quieren ir al baño, estén en el lugar que estén. Esa es precisamente una de las cosas que yo no hago, utilizar baños públicos. Llámenme simple, sencillo, ridículo o lo que quieran, pero la verdad es que me da cosa utilizar un excusado donde se sienta medio mundo. Sin embargo, esto no siempre fue así.

Recuerdo que cuando estaba en el kinder, a la hora del recreo, salíamos a jugar al patio y había allí un retrete. Desconozco la causa por la cual hubiera un excusado específicamente ahí, en el patio, siendo que había uno dentro de la casa. El caso es que ahí estaba ese excusado feo, prácticamente al aire libre, solo con dos paredes a los lados y sin puerta. 

Cualquiera de nosotros que anduviera ahí, si nos daban ganas de 'hacer' en los 30 miutos del recreo, ahí mismo hacíamos, por lo menos teníamos la certeza de que ahí no estaba infestado de arañas giantes, feas y patonas como las del otro baño tenebroso, húmedo y oscuro de adentro. Recuerdo que VARIAS veces hice uso de ese excusado. Lo que es no tener pena ni vergüenza, podía haber una treintena de chamacos correteando en ese patio, cada uno entretenido en lo suyo, alguna que otra de las maestras que estaban vigilando o quien fuera, uno hacía porque tenía que hacer, al fin y al cabo todo se arreglaba con un:

-Dile a la maestra que me mande papel! - Y ahí iba el acomedido que estuviera cerca a traerte papel jejejeje

lunes, 4 de julio de 2011

Muertodehambrecomecuandohay!

Hace unos días estaba dado a la limpieza del refrigerador. Me quedé un poco en shock de ver que estaba lleno de porquerías, o sea, mermeladas, miel, jugos azucarados, chocolates, helado, etc. Con decirles que me encontré hasta una mermelada de chipotle que tengo desde antes que naciera mi sobrino...que cumplió 5 años recientemente :-S

No es mi refri pero se parecía bastante el desorden!


Buscando también desocupar la alacena, me encontré también con varios frascos de nutella petrificada; miel de maple, que sin duda conoció mejores tiempos; miel de maíz que compré hace dos años como sustituto de glucosa, cuando me dio por experimentar con el fondant;  frascos de cajeta, para empanadas; latas de lechera, para los pays de queso; galletas de varios tipos, que alguna vez estuvieron crujientes; cajas de cereal con nueces-miel-arándanos-fresa-azúcar extra, pop tarts cuya fecha de caducidad expiró hace mas del año y bueno, ya se imaginarán, cochinada tras cochinada tras cochinada.

De plano, que entre los roomates y yo compramos prácticamente cualquier cosa que se nos antoja y después se nos olvida que ahí está y ya no nos terminamos nada.

Me puse a pensar que en mis años de infancia, en mi casa JAMÁS tuvimos tantas cosas dulces al alcance de la mano. Mi mamá era de las personas que tenían la firme creencia de que los niños no deben de comer dulces o chucherías en exceso.

Por ejemplo recuerdo que para mi hermana y para mi, la soda era algo completamente  extraordinario porque mi mamá no nos dejaba tomarla en la comida (ni a ninguna otra hora). A veces pero muy de vez en cuando, nos daba 'un traguito' de su vaso, pero párenle de contar. Con las galletas igual, cuando compraba una caja, la guardaba celosamente en lo mas alto de la alacena y ¡pobres de nosotros que osáramos tomarlas!, en la noche nos daba una o dos con el clásico y obligatorio vaso de leche. Yo creo que mi mamá lo hacía mas que nada porque fue la forma en que la criaron a ella y no tanto porque no hubiera dinero para comprar ese tipo de cosas. Pero la verdad es que nosotros siempre estábamos deseosos de comer chocolates, pan con mermelada, galletas o beber refresco hasta hartarnos.

Viendo todo el desperdicio de comida que hacemos en mi actual casa, llego a la conclusión de que si a un niño lo acostumbras a que SIEMPRE haya cosas dulces en casa y que estén al alcance de la mano, NO SE LE ANTOJAN, es casi casi psicología inversa. Me consta porque yo a veces iba a casa de algunos primos mas consentidos que yo o amiguitos del barrio a los que si les compraban que el Froot Loops, que el Trix, que las galletas de bombón con chocolate y nunca los vi que anduvieran de perruchos come y come de esas cosas, sé que tampoco tenían prohibido tocarlas (como yo) porque si les preguntaba (hambreado como siempre) si podíamos agarrar de lo que había me decían que si, que no había problema, pero jamás los vi tragarse las cosas con desesperación como yo si lo llegué a hacer jejejeje

Chale, pobre de mi madre, si tan solo hubiera sabido, a la mejor no hubiera renegado tanto cuando se daba cuenta de que nos habíamos acabado el cartón de galletas el mismo día que lo había comprado, o de que la botella de miel ya iba a la mitad y apenas la había comprado hace dos días, etc, etc.

En fin, mi mamá y yo siempre hemos tenido issues con eso de la comida, pero bueno, eso es tema de otro post :-)