martes, 12 de julio de 2011

No vuelvo a andar en calzones en la casa

Hoy en la mañana me levanté tarde, yo creo que deben haber sido por ahí de las 10:30 cuando terminé de despertar. Como es mi casa y no había nadie, andaba bien agusto con la pijama, o sease, boxers y una camiseta vieja. Prendí la tele y me puse a ver Ugly Betty y como me acordé que tenía ropa sucia, puse una carga en la lavadora. Cuando regresé a la sala, me llegó el olor de los trastes sucios y  -bueno, ya qué, los voy a lavar- pensé. 

Terminé de lavar los trastes y ahora las tarjas del fregadero se me hicieron muy cochambrosas, así que si ya estaba en eso, pues bueno, las voy a limpiar. Fuí por el Easy Off BAM y rocié las tarjas a ver si con eso se le caía el jabón pegado y la mugre. Levanté los ojos y vi la ventana de la cocina que también estaba muy sucia, así que ahí les voy por el windex y un trapito para limpiarlo. En esto estaba cuando de la nada veo que se mete un pelafustán ahí al patio. Primero pensé que podía ser alguien que la señora que vive en la casa de arriba había contratado para que le limpiara el patio, pero ya fijándome bien, me doy cuenta de que el cabr*n se había echado al hombro una batería de auto que tenía yo en el patio. La batería era vieja, yo la había cambiado el año pasado, pero eso no le da ningún derecho a cualquier hijo de p*ta a meterse y robarse las cosas. Le grité -chhhtt!! chhhttt!!!- pero el che ratero ni siquiera volteó. Así que no muy convencido me lanzo a la puerta del frente para salir y justo en eso recuerdo que andaba en calzones! Y pues ya ni modo de salirme así a la calle y menos si las cosas se ponían feas.

El pelafustán muy facilito se brincó la barda de la casa, mas simbólica que práctica, y ya afuera estaba otro tipo que traía unos tubos de algo dentro de una bolsa. Y se fueron caminando como si nada, con mi batería vieja en el hombro, misma que espero que haya estallado por el calor y le haya caído en la cara, nomás para que se le quite lo ratero.

Le llamé a la policía mas por cuestión de principios que porque me importara la batería, pero ya se imaginarán como es esta institución en México. Para empezar, el número de emergencias lo contesta alguien sin la menor vocación de servicio, casi juraría que oí a la mujer que contestó hojeando un catálogo del Mary Kay o peor, de zapatos Andrea mientras me tomaba la llamada. Cuando le dije que es lo que pasaba me dice:

-Pero por qué calle fue?
-Acá por la calle Paseo Finisterra por donde están la Taquería fulana (seee, es un horror, aquí todo se tiene que dar por señas). 
-Aaah no, eso es en San José, aquí estamos en Cabo San Lucas, deja te transfiero con la comandancia de allá- y así sin mas me pone en espera. Por allá a las quinientas me contesta otro operador aquí en San José y ya le tuve que volver a repetir la historia.

Estoy bastante seguro que si estas personas me hubieran pedido la batería yo se las hubiera dado, al fin y al cabo a mi no me sirve de nada, pero me encabrita que haya gente que porque se dice pobre se siente con derecho de ir y apropiarse de las cosas ajenas. Estarán afuera y no servirán, pero siguen siendo ajenas. Con ese criterio que tienen al rato se van a querer llevar la manguera porque está afuera, el tinaco porque está afuera, la bicicleta del niño porque también está afuera, etc, etc.

Ahora me dieron mas ganas todavía de comprarme un perro de esos grandes, como un doberman o un pastor alemán. Antes no teníamos ese problema con la gente vagabunda porque la señora que vivía enfrente tenía como cincuenta mil perros y armaban un escándalo cada que pasaba alguien extraño por la calle. A mi al principio me ladraban igual, pero con el tiempo me llegaron a querer mucho porque les compraba croquetas y chucherías. En fin, que será mejor? Un perro bravo? Un perro escandaloso? o un perro bravo y escandaloso?

Por lo pronto, de ahora en adelante, aunque esté en mi casa, por lo menos pantalones cortos para hacer el negocio de la casa!

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