miércoles, 22 de agosto de 2012

Entre accidentes

Dicen que un accidente nadie se lo busca, simplemente pasa, pero yo creo que en esta ocasión no solo se lo buscó; lo voceó por las calles, puso anuncios en el periódico, envió cadenas de emails preguntando si alguien lo había visto y hasta imprimió su foto en los cartones de la leche hasta que lo encontró.

Alguna vez les he platicado que a pesar de tener ya 30 años sigo con la nada saludable costumbre de tener roomates, pero qué quieren que haga? Llevo tantos años viviendo con ellos que son como de mi familia y ni modo que los eche a la calle así nomás verdad? Además ni modo que pague la renta yo solo!

Pues sucedió que corrían los primeros días del mes de Junio, una semana antes de la cumbre del G20 (que ya les platicaré después), y todas las personas que trabajamos en hotelería y específicamente en IT andábamos a marchas forzadas, entre ellos mi roomate Edvan, que tenía una cantidad ingente de trabajo por hacer, pero pues ese sábado, decidió hacer una pausa junto con sus compañeros del trabajo y se fueron a hacer rapel, tirolesa y trekking allá por el rumbo del arroyo del Tule, o al menos ese era el plan.

Arroyo de El Tule entre San José del Cabo y Cabo San Lucas

Me contaron que salieron temprano, como a las 3 de la tarde y se alistaron para ir, pero al ver que no cabían en el camioncito del hotel, el siempre acomedido Edvan se ofreció a llevar a algunas personas extra en su auto y problema solucionado. Agarraron carretera rumbo al lugar que iban y los problemas comenzaron cuando tuvieron que bajarse de la autopista a un camino de terracería. Yo creo que no se acordó que la camioneta no era de doble tracción, de otro modo no me explico porqué carajos se metió a un camino de tierra suelta con 6 personas a bordo; y pues que pasa lo que siempre pasa, el vehículo se atasca, se bajaron todos y como pudieron lo sacaron del atolladero de arena donde se habían metido, pero con horror vieron que les faltaban por lo menos unos 30 metros antes de llegar hasta suelo mas firme, y fue ahí donde se le ocurrió la brillante idea:



-Porqué no nos subimos en la defensa trasera y saltamos para que el auto se rebote y pueda avanzar mas fácilmente?

Lo increíble fue que otras 3 personas aceptaron y ahí los ven trepados a los 4 en la defensa trasera del auto dando saltos en lo que alguien aceleraba. Cuando ya estaban por llegar al caminito mas firme, que se topan con un bordito de tierra y la camioneta se sacude y salen volando todos por los aires.

Edvan no se explica cómo carambas pasó, porque cayó sobre su costado derecho y el brazo que se le rompió fue el izquierdo. Me dice que de momento no sintió nada, pero cuando se ve el brazo totalmente doblado hacia abajo no se le ocurrió otra cosa que mentarle la madre al insensato que iba manejando.

Y hasta ahí les duró el paseo, se regresaron todos rapidísimo al pueblo y lo llevaron a la clínica del Seguro Social, debido a que Edvan no tiene familiares viviendo aquí en Los Cabos, le hablaron a su contacto de emergencias, o sea yo y pues ahí les voy con toda la tribu compuesta de mi hermana en su octavo mes de embarazo, mi sobrino, mi cuñado y Rafail el otro roomate, que lo tuve que ir a sacar del gimnasio donde parece que le dieron toloache porque se podría pasar la vida entera ahí.

Llegamos al hospital y ahí estaban varias personas de su trabajo, ya lo habían ingresado a urgencias pero aún no salía, pero como solo había sido una fractura de brazo común y corriente, pensamos que lo iban a enyesar y problema resuelto. Pero pasaba el tiempo y como es típico, la recepcionista de urgencias no sabía nada, nos decía que volviéramos en media hora, y pasada la media hora volvía a decirnos que esperáramos otra media hora. El caso es que por fin a las 9 de la noche nos dijeron que lo iban a operar, porque la fractura había sido de 'cúbito y radio' y que con un simple yeso no iba a volver a pegar. Nos aseguraron que todo estaba bien y que dentro de un par de horas ya estaría en recuperación. Sugirieron que volviéramos a eso de las 11:30 de la noche a pedir razones de él. 

Mi hermana que apenas podía con su alma  y una panzota de antología me dijo que se pasaba a retirar y que regresaba temprano por la mañana, Rafail y yo nos esperamos hasta la hora que nos había dicho la enfermera y porsupuesto, nos dijo que no sabía nada y que mejor nos fuéramos a descansar y que volviéramos en la madrugada.

Nos regresamos a casa y yo me di un baño y aproveché para dormirme un par de horas, y a las puras 2 en punto de la mañana ya estaba de regreso en la sala de espera, y ¡oh sorpresa!, no sabían nada, pero que iban a preguntar. La enfermera hasta eso que se portó amable, hay algunas que nada mas te ladran algo de mal modo y otras que son muy atentas y amables, fue una suerte que me tocara alguien a quien le gusta su trabajo, de otro modo hubieran terminado mal las cosas. 
Pues bien, me dijeron que justo en ese momento lo pasaban a cirugía, y como era un procedimiento sencillo (le iban a poner unas placas para fijarle los huesos juntos) que para las 3:30 a mas tardar estaba fuera en la cama que ya le habían asignado.

Como no tenía nada mejor que hacer y no tenía caso regresar a casa, me puse a leer 'Diablo Guardián' de Xavier Velasco (ya les contaré) , ya lo había leído hacía algunos años pero es de esos libros que los puedes volver a leer una y otra vez y siempre se  siente como si fuera la primera.

Para no hacerles el cuento largo y como dice la canción '...y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1 y las 2 y las 3...', claro, a mi me dieron las 6:30 de la mañana y sin saber nada de mi compañero, y pues me aventé la madrugada esperando en la recepción de urgencias, donde me tocó ver entre otros a:


  • Un joven que llegó encorvado y sangrando levemente del abdomen porque se le botaron los puntos de una cirugía por una hernia. 
  • Un niño que llegó de lo mas risueño a pesar de que le había picado un alacrán tamaño familiar, sus papás llevaban al bicho envuelto en una hoja de algodón y era un MEGA alacrán, por cierto que el niño hizo mas escándalo cuando el médico le puso la inyección contra el veneno que cuando le picó el animalejo ese, salió lanzando unos alaridos y llorando a grito pelado.
  • Una señora como con 12 meses de embarazo (y solo tenía 5) y que tenía amenaza de aborto, y a pesar de no tener seguridad social la atendieron enseguida (me sorprendió eh! uno escucha cada historia del Seguro Social que no puede hacer menos que ir preparado para verlo todo).
  • Una pareja con una niña a la cual no le bajaba la fiebre y que resultó ser nieta de una señora que trabajaba en el mismo hotel que yo, al poquito rato llegó ella y nos pusimos a platicar y pues por lo menos me hizo mas llevadera la espera.
Ya mas o menos a las 7 de la mañana me dijo la enfermera que estaba en la recepción de urgencias que aún no salía mi amigo de recuperación, que mejor volviera a las 8:30 después del cambio de guardia, y que seguro seguro a las 10 de la mañana.

Ya mejor ni me regresé, me fui a dormitar al auto una hora y cuando volví por fin lo habían pasado ya a una cama en la segunda planta. Ahí les voy y cuando llego y me pregunta el guardia a que cama voy, le doy el número y me dice:

-Pero no hay nadie en esa cama...
-WTF?!!!
-Si, aparece anotado aquí pero en la cama no hay nadie.

Justo en ese momento me llama mi hermana y me pregunta si ya lo pude ver, le explico como estaba la situación y me dice que cómo era posible que no hubiera armado un escándalo ya, que si qué acaso iba a tener que ir ella con toda su humanidad a pelearse con la trabajadora social? que no era posible que ya llevara internado mas de 12 horas por un procedimiento sencillo y que no lo hubiéramos visto ni hablado con él? La verdad es que mi hermana solo me hizo preocuparme mas, me empecé a imaginar cosas como que se quedó cruzado con la anestesia, o que le había dado un infarto y quedado en la plancha y bueno, ya saben que uno siempre piensa lo peor en momentos como ese.

Le hice caso a mi hermana y me fui a buscar a la trabajadora social, que por suerte estaba a dos pasos de ahí, con mi mejor cara y el mejor tono que fui capaz de encontrar le hice ver que ya eran muchas horas y que no teníamos ninguna noticia de mi amigo, y que tenía que saber como estaba porque él no tenía familia aquí en Los Cabos y que necesitaba saber si le tenía que llamar a su familia en Chihuahua.

Justo en ese instante pasaron los camilleros con él y yo ya no sabía si sentirme aliviado o llorar, porque la verdad si tenía ganas.

Le dejé una identificación y uno de mis teléfonos celulares al guardia y pasé, cuando lo vi desayunándose unos insípidos huevos con chilaquiles, lo primero que le dije fue:



-HIJO DE LA CHINGADA!



...to be continued.

No hay comentarios: