La Chicaracha era una compañera de la escuela de inglés a la que asistía cuando todavía estaba en la preparatoria.
Era un poco estrafalaria ella, siempre andaba con muchos accesorios en los brazos y cuello que tintineaban alegremente con cada paso que daba, muy amante de irse a clases en chanclas y vestida con lo primero que encontraba en la oscuridad; solía usar una solitaria liga en sus pelos necios color sirena de película de Peter Pan que no le alcanzaba a aplacar dos mechones de pelo rebeldes que tenía en la frente y que se movían en todas direcciones como si fueran antenas de... Chicaracha.
En las clases no parecía prestar mucha atención, y de hecho varias veces el maestro trató de sorprenderla preguntándole algo referente a la clase y el sorprendido resultaba ser él porque a pesar de que ella se encontrara afanada con un bolígrafo decorándose el dorso de la mano con fantásticos dragones furibundos o alguna versión diabólica de Hello Kitty, jamás perdía el hilo de lo que acontecía a su alrededor a pesar de que parecía estar conectada a la Matrix.
La Chicaracha no le daba la menor importancia a lo que los demás opinaran de ella, prueba de ello es que siguió tan risueña y feliz como siempre aún después de que sus compañeros de la prepa (que de hecho eran casi puros varones) le pusieron el apodo de 'La Chicaracha' y se lo hicieron saber a toda la escuela, siempre tenía demasiadas cosas en la cabeza como para retener información innecesaria e irrelevante como el saber que tenía un apodo (o sea que le valía madres).
No recuerdo que haya tenido dificultad en hacer amistades, siempre encontraba un tema en común para platicar con quien fuera, incluso aquélla vez que un grupo de misioneros bautistas visitaron la escuela, ella platicó, rió, bailó y cantó con ellos, yo creo que es probable que aún los tenga agregados en Facebook hoy en día.
Lo único que le podía llegar a molestar es que alguien se metiera con sus creencias particulares, estaba convencida de que la reencarnación era real y prueba de ello eran los 'Déjà Vu', cuando le dije que eso se podía deber mas al hecho de que efectivamente ya hubiera hecho algo y lo hubiera olvidado o que a la mejor seguía un patrón repetitivo en su conducta y era la primera vez que le prestaba la debida atención me dijo:
-Pues será tu vida aburrida la que es repetitiva!!!-
La Chicaracha era un espíritu libre, tenía curiosidad por las cosas que las demás chicas de su edad no consideraban curiosas y no sentía pena por las cosas que a las demás si las hacían sentir pena.
En una ocasión en la clase de inglés, el maestro nos puso la tarea de describir una tarea y dar las instrucciones para realizarla, obviamente en inglés. El día que le tocaba a ella hacer su presentación llegó con un plátano y un condón. Totalmente inmune a las sonrisas nerviosas de todos los presentes, describió paso por paso desde cómo ir a la farmacia y preguntar cuánto costaba el paquete, como ponerlo y desenrollarlo, hasta como deshacerse del mismo una vez concluido el asunto. Lo que sea de cada quien, dio las instrucciones muy claras y sacó un 100.
A la Chicaracha solo la volví a ver una vez después de terminar el inglés y la prepa, y fue al fondo de un autobus besándose con un tipo de pelos azules que hacían juego con los suyos color bugambilia. Iba ocupada en lo suyo, así que no quise interrumpirla para saludarla.
Ramona Flowers
Me vino a la memoria porque me topé con un comercial de esta película de 'Scott Pilgrim vs the World', y uno de los personajes le daba un cierto aire a La Chicaracha.
1 comentario:
No tengo idea de cómo llegué, pero me ha gustado mucho esta entrada :)
Saludos.
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