jueves, 1 de marzo de 2012

Novedades que no me gustaría platicar...

Hace como dos semanas me llamó mi hermana para avisarme que mis papás iban de camino a Chihuahua  porque una de mis tías les avisó que mi Tata (el papá de mi papá) se había puesto malo y que ella pensaba que esta vez si tenían que ir. Y así fue, pues junto mis papás, llegaron casi todos mis tíos y se estuvieron turnando para cuidarlo en el hospital donde estaba internado.

Me platicaba mi mamá, que a diferencia de mi otro abuelo que falleció el año pasado, mi Tata se encontraba consciente durante su convalecencia, comía, iba al baño, etc. Lo único que se le notaba era que estaba cansado, pero de ahí en fuera todo como siempre. Lo habían internado porque le daban unos arranques de tos que no se le quitaban, y al momento de hacerle una resonancia magnética vieron que tenía heridas en sus pulmones, y la doctora que lo atendía les dijo que era poco probable que pudiera salir de ese cuadro debido a la avanzada edad de mi Tata y lo deteriorado que estaba ya su sistema inmune. Incluso a los pocos días que estuvo internado, lo tuvieron que aislar porque le encontraron que tenía tuberculosis. Los médicos del hospital mandaron a todos los que lo habían estado cuidando a chequearse, mas por trámite que por una preocupación real, pues les explicaron que aunque el bicho que causa la Tuberculosis anda por todos lados, era improbable que alguno de ellos lo desarrollara, y que si mi Tata lo había pescado era mas que nada por sus defensas bajas que tenía y su misma edad.

Como mi papá había salido de un día para otro, había dejado algunos trabajos sin terminar en su taller, de modo que se estuvieron solo una semana y tuvieron que regresar. Mi papá tenía la idea de ir a terminar esos pendientes lo mas rápido posible para salir del compromiso y regresar de inmediato, pues después de todo aunque mi Tata estaba malo, se encontraba estable. Sin embargo, no le alcanzaron los días para desafanarse de sus compromisos porque el pasado jueves 23, a las 3 de la mañana le llamó mi tía Liz y le dijo que mi Tata acababa de fallecer. Me dijo mi mamá que cuando les llamaron ya ni siquiera se volvieron a dormir, hicieron la maleta y se fueron a la estación del ferrocarril a tomar el tren que salía a las 6 de la mañana.

Mi hermana me llamó a media mañana ese jueves para darme los detalles de dónde y cuando iban a velar a mi Tata, también me dijo que quería mandar flores pero que no tenía ni idea de cómo hacerle. Por una de esas casualidades del destino, uno de mis compañeros de casa es de esa ciudad, y ya él me hizo el favor de pedirle a su papá que enviara las flores por nosotros, y el señor muy amable hasta las llevó personalmente a la funeraria.

Ya en la noche les volví a llamar a mis padres y apenas iban llegando, el tren hace 13 horas de camino y apenas llegaron a dejar el equipaje y salieron a la funeraria para estar ahí un rato antes de que cerraran.

Al día siguiente se levantaron temprano para ir de nuevo a la funeraria (cosa rara, yo no sabía que de un tiempo para acá cierran durante la noche para que la gente vaya y descanse). Me platica mi mamá que los papás de mi roomate los acompañaron en la funeraria durante la mañana y hasta les dieron raite a la iglesia para la misa. Después se tuvieron que ir porque también tenían a un familiar hospitalizado y les tocaba acompañarlo durante la tarde, pero lo que sea de cada quien, muy amables y muy atentos los señores, mis papás les están muy agradecidos.

Ya por la noche, después del sepelio, le marqué a mi papá para ver como estaban y aunque si le se notaba triste, me dijo que se sentían aliviados porque mi abuelo ya estaba descansando. Le pregunté cuantos días mas pensaban quedarse y me dijeron que justo al día siguiente se regresaban a casa. Se me hizo extraño pero me dijeron que mi abuela tenía la casa llena y que sin duda no se iba a sentir sola, pues estaban mis tías, mis primas y mi tío vive justo cruzando la calle, así que por compañía no quedaba y mi papá seguía teniendo trabajo por terminar.

Apenas por ahí del lunes le marqué a mi mamá para preguntarle como estaban y como habían llegado del viaje, y de paso aproveché para preguntarle por mi abuela y cómo estaba.

-Uuuuh tu Nana, ya la conoces, estaba entera, de una pieza, muy fuerte la viejita.
-Pues si, ya ve que tenía años preparándose para este momento.

No están ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero mi abuela no es de esas viejecitas que le tienen miedo a la muerte (ni propia ni ajena) pues desde tiempo atrás decía:
-Este viejo ya el año que viene se va a morir porque todos sus hermanos se mueren a los 80-, y aunque le falló el cálculo por casi 14 años, creo que fueron los mismos que vivió agradecida de tener a su viejito un día mas.

La noche que murió mi abuelo, fue mi tía Liz quien se quedó a cuidarlo junto con mi abuela, y que en la madrugada cuando se dieron cuenta que mi abuelo se había ido, mi tía estaba TEMBLANDO y sin saber que hacer. Fue mi abuela quien se acercó, le dio unas palmaditas en la espalda y le dijo:

-No te asustes, no pasa nada, es algo natural. Vivió una vida larga, vivió feliz, vio crecer a sus nietos así que hay que darle gracias a Dios que lo tuvimos muchos años con nosotros, y pues ahora era su tiempo de irse-. Después ella misma le cerró la boca y los ojos y le dijo que le avisara a los demás.

Y bueno, como dijo mi abuela, yo también me siento agradecido por todos estos años. Con todo y que los últimos años no lo pude visitar tanto como hubiera querido, yo sentía mucho cariño por mi abuelo, recuerdo que cuando yo estaba chico y que íbamos a su casa, siempre le daba mucho gusto vernos, a mi siempre me decía -Quihubo m'ijo!- y me daba un beso en la frente. 

Tata, donde sea que se encuentre ahora (la verdad todos tenemos nuestra propia versión sobre que pasa después de la muerte) muchas gracias por todo, nunca lo olvidaré y si alguna vez tengo hijos, me encargaré de que lo conozcan aunque sea por fotos e historias y que ellos también lo quieran :-)

2 comentarios:

M dijo...

Linda y sabia tu abuelita. No sé que se dice en estas ocasiones :/

Anónimo dijo...

Un abrazo Ivan