sábado, 28 de enero de 2012

Como agua para chocolate

El otro día que me hicieron enojar aquí en el trabajo me acordé de ese dicho de 'Estar como agua para chocolate', o sea, hirviendo, por tanto, furibundo, contrariado, o como diría mi mamá en sus tiempos pre-cristianos, ENCABRONADO, y como en mi mente que es experta en divagar una cosa lleva a la otra, me acordé de un  libro de Laura Esquivel que lleva el mismo título, aunque sería conveniente aclarar que en el libro ese dicho se aplica mas al hecho de estar a punto de explotar de rabia...o de pasión ;-)



Les cuento que ese fue el primero de muchos libros que alguna vez saqué para leer de la biblioteca de mi universidad. Era allá por el año 2000 y seguía habiendo tan poquitos lectores como el día de hoy, así que la escuela prestaba los libros de 'literatura' hasta por 15 días, total, a nadie le hacían falta. Ese viernes estaba nublando, para variar no tenía dinero para salir a ningún lado y no era una opción ponerme a ver telenovelas, lo saqué y lo leí completo en una tarde porque no pude detenerme!

El libro está situado allá a principios del siglo XX en la frontera norte de México, relata la historia de Tita, una joven que tenía unas extraordinarias habilidades en la cocina, pues al ser su mamá incapaz de amamantarla al nacer, Nacha, la cocinera, se encargó de su alimentación y por lo mismo pasó la mayor parte de su infancia en la cocina. En el libro se relatan varias ocasiones en las cuales Tita era capaz de imprimirle a la comida las emociones que ella sentía al cocinarla, ya fuera tristeza, alegría, lujuria o lo que deparara su estado de ánimo.

Tenía también un triste destino, pues al ser la hija menor, en su familia tenían la absurda tradición de que por ser la mas chica, era la que tenía que cuidar de su madre hasta el día de su muerte y por tanto no se casaría.
Con todo, Tita fue capaz de despertar el amor de Pedro, quien se le declara en una fiesta y ella decide corresponderle su amor. Las cosas no salieron bien porque cuando Pedro y su papá fueron al rancho a pedir la mano de Tita en matrimonio, Mamá Elena (como se refieren en la novela a la madre de Tita), les explicó las razones por las cuales no se podía casar, aunque, se permitió decir que si lo que les interesaba era que Pedro se casara y sentara cabeza, les ofrecía a su otra hija, Rosaura, que era apenas dos años mayor que Tita y 'totalmente preparada para las labores del matrimonio'.

Pedro acepta la boda. Uno pensaría -Pero mira que hijo de la chingada! después de declararle su amor a Tita y decirle que era la única y decide casarse CON LA HERMANA!!!!-. Ya después nos enteramos que la única razón por la que Pedro se casó con Rosaura fue para poder estar cerca de Tita.

Y bueno, la historia está muy bien escrita, a mi me atrapó desde la primera página. Es un libro que no tiene desperdicio, yo lo he comprado varias veces y son las mismas que lo he obsequiado porque estoy seguro que es un libro que le gusta a cualquiera que lo lea.



Hay también una película de 1992, realizada por un director que en aquél entonces era esposo de Laura Esquivel. Les puedo asegurar que la película también les va a encantar. Es uno de esos excepcionales casos en los cuales un libro se corresponde fielmente con la película. Cualquiera de las dos opciones, son 100% recomendables.

Les dejo aquí un link para que lo lean Online, de momento no encontré de dónde descargar el PDF completo, pero ahí si lo llegan a ver en su librería, se los recomiendo ampliamente :-)


http://www.librosgratisweb.com/html/esquivel-laura/como-agua-para-chocolate/index.htm

Igual la película tal vez la puedan conseguir en Netflix, o si ya de plano les gusta brincarse las reglas, siempre está www.thepiratebay.org

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente libro! la película también la vi pero me quedo con el libro!