lunes, 3 de enero de 2011

Filosofía de vida

Nunca me han gustado las materias de filosofía, lo admito, me aburren, supongo que es mas por desconocimiento que por verdadero aburrimiento, aunque creo que en mi muy particular caso se justifica porque las únicas 2 veces que llevé la materia me tocaron maestros muy pero muy malos en el ramo.

La primera fue en la prepa, nos daba la clase un tipo arrogante, prepotente, grosero y encima de todo 'bien pinche naco', se le conocía en el bajo mundo del CBTis 43 como 'El teco'. No recuerdo haber aprendido absolutamente NADA en las clases que nos daba, era solamente una manera (muy enfadosa) de perder el tiempo.

Peeero, el caso que nos ocupa el día de hoy, fue la segunda vez que llevé esa materia, fue cuando estaba en 4to semestre de la carrera, y por alguna extraña razón, nos pusieron 'Filosofía' en la lista de materias que teníamos que llevar, digo, si estudiábamos informática, no entiendo que tenía que ver la filosofía, pero bueno, ya que.

El maestro era un señor ya de unos cincuenta y tantos, de rasgos marcadamente indígenas, que tenía el muy característico nombre de Filemón Cecilio, pobre, aunque bueno, en estos tiempos nunca se sabe cuando se pondrán de moda esos nombres otra vez. Este señor, era Doctor en Filosofía, se notaba que era una persona culta, tal vez demasiado, porque absolutamente NADIE entendía de lo que estaba hablando. Durante semanas estuvo intentando que entendiéramos a Weber, Kant, Schopenhauer, Maslow, Nietzsche y un largo etcétera, sin éxito alguno. Lo juro, por mas que trataba de agarrarle el rollo, nomás no podía sincronizarme con las ideas de este profesor. Cuando hacía preguntas a la clase, ABSOLUTAMENTE NADIE le podía contestar lo que él quería, simplemente porque ni siquiera alcanzábamos a entender que es lo que quería oír jejejeje

Lo peor es que no había mucho que hacer porque no nos permitía tener mas de 3 faltas en el semestre porque automáticamente reprobábamos. Esto por suerte fue resuelto cuando Winston, otro compañero de clase, interpuso una queja con la coordinadora de la carrera ya que él trabajaba y necesariamente tenía que faltar al menos una vez a la semana por su horario, y no estaba especificado en el reglamento escolar que podían reprobarnos por faltas. Así que cuando este maestro anunció que lo de las faltas no contaba, se vació la clase!

Yo normalmente era un estudiante muy cumplido, pero en serio que con esta materia no podía, era una de estar luchando contra el sueño que me invadía nomás empezaba el maestro con su perorata. Así que lo que hacíamos un par de amigos y yo, era que en exactamente los 50 minutos que duraba la clase, caminábamos 2 kilómetros de ida y 2 kilómetros de vuelta hacia un Walmart para comprar pan dulce.


Si, ya sé que era una grosería abandonar una clase digna e instructiva por un par de vanas y profanas piezas de pan, pero la verdad es que sentíamos que aprovechábamos un poco mas el tiempo! Además, no estaba nada mal degustar dos piezas de pan durante el camino de regreso a la escuela, aparte de que siempre entablábamos las mas amenas conversaciones entre la ida y la vuelta. Ahhh si tan solo supieran mis dos amigos cuanto añoro esos días de salir a comprar pan!!!

Resumiendo...

Pan Dulce MATA filosofía.


2 comentarios:

ED dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ED dijo...

Yo por otro lado sentí una fascinación cuando lleve la materia de filosofía en el CBTis 122...me gustaba oír de Descartes, de Kant, de Kierkegaard, a Spinoza, etc...sin duda fue una de las mejores materias que tuve en toda mi vida escolar, pero asi como dices, que no entendían ni siquiera lo que les preguntaba, su maestro tuvo el 100% de responsabilidad en su desagrado, por otro lado mi maestra fue una excelentissima persona como pocas que me a tocado conocer, y mas que lo académico y didáctico que pudiera ser ella, su personalidad, realmente entendía lo que significaban las ciencias sociales.