Acá en mi pueblo donde crecí, hay un parque que en sus tiempos estaba bastante extenso y lleno de plantas y árboles exóticos. Cuenta la leyenda que el parque fue solo el jardín de lo que fue una casa señorial que perteneció a un industrial norteamericano llamado Benjamin Johnston, que fuera dueño del ingenio azucarero que dio origen a lo que es hoy en día la ciudad de Los Mochis.
Como en mi pueblo lo único que crecía en las afueras eran arbustos, cactáceas y matorrales infestados de lagartijas, víboras, liebres y ardillas con hidrofobia, los boy scouts locales se reunían en el Parque Sinaloa.
Cuando yo estaba en 5to de primaria, me comencé a juntar con otro niño que si mal no recuerdo se llamaba Andrés. Este amiguito estaba en los boy scouts, y a veces me platicaba de lo que hacían los sábados en el parque, aprendían cosas como encender fogatas, a hacer distintos tipos de nudos, mandar mensajitos con un espejo, etc, etc.
La mera verdad, nunca me llamó la atención. Digo, a mi me encantaba trepar a los árboles y cruzarme un canal que corría detrás de mi casa para ir a explorar, pero de ahí a hacer actividades o r g a n i z a d a s todos los sábados por la tarde y sin mis amigos era diferente.
Hasta ahí nunca hubo lío, el Andrés me contaba sus aventuras con los boy scouts y yo nomás lo escuchaba con cara de -ajá, si?, whatever, en serio?.
El verdadero problema empezó un día en que un matrimonio, los Peinado, amigos de mis padres, llegaron de visita. Tenían un hijo de mi misma edad, Fabián, que venía con la novedad de que estaba en los boy scouts e insistió en que debería unirme a ellos también.
De verdad, juro que nunca me han caído mal estas personas, pero creo que a veces extendían su oficio de vendedores a todas las demás facetas de su vida además de su trabajo.
Fueron ellos los que enrolaron a mi papá en todo esto de las carreras pedestres, los medios maratones, los maratones y los triatlones. Después perdieron el interés y mi papá se quedó solo en esa actividad porque ninguno de sus otros amigos era corredor y a ninguno le interesaba serlo.
También fueron los que le metieron esa idea en la cabeza a mi mamá de las dietas, el ayuno y la comida saludable y fui yo quien se tuvo que chutar el yogurth ácido con zanahoria rallada, el ceviche vegetal y otras linduras de recetas que sugirieron.
Y bueno, ahora me pasaban a fregar directamente a mi.
Aquí entre ustedes y yo, la principal razón por la cual jamás contemplé la posibilidad de entrar a los boy scouts voluntariamente fue porque el uniforme me parecía HORRIBLE!
El uniforme de los scouts locales no era igual, pero si bastante parecido a este.
Ya era bastante malo tener que usar calcetas que llegaban hasta las rodillas, pero el ponerles unas tiritas extra de material de otro color en la pantorrilla, usar un pañuelo MUY VISTOSO anudado al cuello y andar cargando un palo a todos lados, era algo que para mí estaba fuera de toda discusión y así se los hice saber.
-Uy no, pero para nada, si se ven muy bien, a Fabián ya le anda por estrenarse su uniforme, estas semanas que ha ido no lo ha llevado porque no se lo pudimos conseguir aquí, pero le hablamos a su tía que vive en el DF y se lo mandó desde allá y blah blah blah- me dijo su mamá.
Ahí siguieron un buen rato, tratando de venderme la idea de que estar en los boy scouts era the ultimate experience y que debería de animarme a ir, que me iba a divertir mucho, que iba a aprender muchas cosas etc, etc.
También cometí el error de mencionar que mi amigo de la escuela también estaba metido en eso que me empezaba a parecer cada vez mas como una secta, y de ahí se agarraron, que qué bien, que ya iba a tener a otro conocido ahí, que iba a estar en confianza, que me iba a divertir horrores, etc, etc. Ya para finalizar la noche, me preguntaron si iba a ir al día siguiente. Pregunta retórica, puesto que estaba mas que decidido que dijera lo que dijera, mis padres me iban a obligar a ir.
Sentí como una tuerca se apretaba sobre mi voluntad y no me quedó de otra que decir que si.
Yo sinceramente esperaba que a mi mamá se le olvidara todo el asunto, pero conforme fue avanzando el día, me di cuenta de que no iba a haber modo de evitarlo. A las 2 de la tarde me dijo mi mamá que me alistara porque se me iba a hacer tarde. Los boys scouts se reunían en el parque a las 3 de la tarde, y aunque el autobús me dejaba muy cerca del parque, la entrada a la que tenía que llegar, estaba un poco mas retirada.
Y pues ahí les voy , no le tenía nada de fe al asunto y pensaba que me la iba a pasar francamente mal.
Después de caminar unos cientos de metros hasta el lugar donde se reunían, divisé a Fabián. Intenté, en vano, encontrar a mi amigo Andrés, pero parece ser que eligió precisamente ese sábado para no ir. Total, que ahí me tienen con una bola de niños desconocidos y ahora que lo pienso, abiertamente hostiles. Hay veces en que uno no hace química con la gente y no hay nada que puedas hacer contra eso. Después de solo un rato de estar ahí y ver que la cosa no se ponía interesante, le dije a Fabián:
-Oye, necesito ir al baño, ahorita vengo
-Ah, es que ya nos vamos a mover, hoy nos toca en aquéeeeella parte del parque y allá puedes ir al baño.
-Aaaaahh ok.
Cuando se empezó a mover el grupo, yo así como no queriendo la cosa, me fui rezagando, Fabián iba plática y plática con alguien mas y no se dio cuenta, de modo que en cuanto vi mi oportunidad, me desvié hacia la izquierda, primero con unos pasitos discretos y cuando ya vi que nadie me estaba prestando atención, corrí como el demonio hasta la otra salida del parque. Por suerte mi papá me había dado dinero para el autobús de regreso y alcancé a llegar temprano a mi casa.
Mi mamá se sorprendió de verme llegar apenas a las 4 de la tarde, cuando ella suponía que iba a estar allá cuando menos hasta las 6.
-Y porqué llegaste tan temprano?
-Ah, es que fíjese que me dieron ganas de ir al baño, y fui, y cuando regresé, ya no encontré al grupo.
-Y porqué no le preguntaste a alguien?
-Porque son grupos diferentes y no creo que hayan sabido donde estaba cada quien.
-Pues te hubieras quedado allá un rato, lo mas seguro es que te hubieran ido a buscar.
-Uy no, está muy solo en aquélla parte del parque, capaz que me pasaba algo.
-Bueno, eso si.
Total, que mi mamá ya no indagó mas, me salí a jugar a la calle como cualquier otro sábado y jamás se volvió a repetir la invitación para ir con los boy scouts. A los pocos días me encontré a Fabián y me preguntó que si donde me había metido, que me habían estado buscando y que se habían preocupado. Le repetí la misma historia que le había dicho a mi mamá y tampoco pasó de ahí.
Quiero aclarar que no estoy criticando (salvo el uniforme) nada de lo que hacen los scouts, es una actividad tan respetable como cualquier otra y pues su gusto es de cada quien que esté ahí, y pues ya se sabe que en gustos se rompen géneros.
Tengo a un amigo del trabajo, Uriel, que hasta la fecha atesora los recuerdos de su infancia cuando estuvo con los boy scouts y yo creo que hasta la fecha sigue involucrado en el movimiento. Hace unos 3 años incluso fue a Cartagena, Colombia, a una especie de congreso, reunión, aquelarre o algo así que hicieron de toda hispano américa. Estoy seguro de que se gastó una buena pasta en el viaje, pero como dije antes, su gusto es y se lo pasó bomba.
Y alguno de ustedes estuvo con los scouts?
3 comentarios:
Lo intenté. Fui un par de veces y no volví más. No recuerdo por qué, pero simplemente no volvimos (mis hermanos y yo). Y ahora que lo pienso, pues mejor, porque eso de andar en manadas haciendo cosas en grupo, no va conmigo. Además, hay mucha tecnología para hacer fuego mejor que la de ordenar palitos secos y chocar piedras!
Pfff... Soy guerrera, pero si puedo disfrutar de las buenas cosas de la vida, mejor!
Saludos!
No me llamaron nunca la atencion ni tampoco a mi hija, tuve familiares y amigos que si estaban y siempre andaban emocionados y aun asi no me gustaban...coincido contigo en el uniforme son refeos...
abrazos!
Hola Iván, no sé si tengas vivo este blog, me gustaría platicar contigo. Estoy armando una historia y me gustaría usar el material de esta entrada, por favor comunícate conmigo.
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