Como habrá quedado claro, yo no soy para nada fan de la semana santa. Eso de pasarse los viernes sin comer carne y que los bancos cierren a pesar de ser instituciones completamente laicas y que en todos lados todo mundo se vaya temprano a casa menos yo, no me agrada.
Menos me agradó el viernes regresar de pasarme una tarde en la playa y encontrarme con que un grupo de devotas personas que concurrían en la iglesia que me queda a una cuadra de casa, se le había hecho fácil estacionarse en doble fila, entradas de cochera y haciendo casi imposible la circulación. A mis roomates no les gusta que yo diga palabrotas, pero cuando comencé a tararear un estribillo de Liliana Felipe, no les quedó de otra que darme la razón.
Y aquí las pruebas:
Y eso que no tomé fotos de la calle mas arriba, ahí si le tuve que sacar la vuelta porque el carro no cabía, estos devotos desconsiderados se estacionaron en ambos lados de la calle siendo que es obvio que no van a poder circular mas autos si lo hacen de ese modo...Ahhh, pero van a misa!
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